Cuando el estudio Atelier Kastelic Buffey (AKB) empezó a trabajar en una casa de vacaciones al norte de Toronto, la primera petición que recibió de sus clientes fue la de disfrutar de vistas a la naturaleza. Hoy, cuando se entra en la vivienda de 697 metros cuadrados lo primero que se percibe es una panorámica perfecta de un bosque de coníferas, revelada por grandes ventanales y enmarcados por paredes de cedro desgastado.
La naturaleza domina el carácter de esta casa de la región de Muskoka, en Ontario, y diseñada como escapada para una familia de cinco miembros. Su planteamiento lleva el aire libre al interior, pero equilibra la naturaleza con espacios cuidadosamente proporcionados, detallados con precisión y rigurosamente minimalistas.