Comenta Georg Kayserque, desde que conociera el lugar hace diez años a raíz de asistir a una boda, se ha sentido atraído por la Puglia –la región que ocupa el "tacón" de la bota italiana"– y ha sido su sueño realizar un proyecto allí. "Me encantan los pequeños pueblos, donde la vida transcurre muy lenta y relajada. Además hay un montón de edificios vacíos, esperando a ser reformados".
Finalmente ha logrado cumplir ese sueño colaborando con Alessandro Venneri, natural de allí pero con domicilio actual en Barcelona, donde Georg tiene su estudio. Juntos han rehabilitado un antiguo palazzo en el pueblo de Neviano (Nianu en el dialecto local). El proyecto es el primero de una serie de alojamientos de vacaciones ubicados en casas cuidadosamente restauradas con el que se quiere potenciar el turismo sostenible en esta región poco conocida de Italia.
Palazzo Nianu es un ejemplo de cómo se puede hacer algo muy simple y no caro, cuidando bien los pocos materiales elegidos, que encima son materiales con que la gente suele estar acostumbrada trabajar, como por ejemplo el cocciopesto en el suelo, una técnica tradicional de hacer los suelos.
La intención fue restaurar el edificio preservando al máximo la pátina original de las paredes y los techos. Insertaron nuevas aperturas de ventana, como por ejemplo la ventana grande en el comedor para que entrase más luz y tener una mejor conexión con el exterior. Con las salas en diferentes niveles crearon así muchos ejes visuales que conectan las diferentes salas con las terrazas.
El mejor descubrimiento al visitar la casa por primera vez fueron las espectaculares vistas que la terraza ofrece del pueblo –con la iglesia en primer término– y el paisaje, ya que Neviano está encima de una pequeña colina. Allí crearon diversos espacios, incluyendo una pequeña piscina con vistas a la cúpula de la iglesia.