La nueva temporada en el Pavillon Le Corbusier se abre el 21 de abril y hasta el 26 de noviembre, con una exposición sobre el mundialmente famoso sistema dosificador de Le Corbusier, el Modulor. Su combinación de escala humana y sección áurea se puede experimentar en el propio pabellón, que Le Corbusier diseñó utilizando el Modulor.

"El modernismo nos enseña que la forma sigue a la función, que los edificios y los objetos se desarrollan únicamente a partir de su propósito previsto. Y que de todas las personas, Le Corbusier, uno de los grandes abanderados de la vanguardia, haya luchado con dimensiones ideales y sistemas de dosificación durante toda su vida es aún más sorprendente", explican desde el Pavillon en referencia a la exposición. 

The Modulor: Measure and Proportion, ilustra su apasionada búsqueda de esta línea de investigación, presentando no solo modelos naturales como conchas de caracol y minerales, sino también referencias de la historia del arte, desde el gótico hasta el presente. Su búsqueda culminó con el desarrollo y la aplicación del ahora legendario Modulor, que combina la escala humana con la sección áurea. Le Corbusier utilizó la figura programática Modulor y sus orígenes geométricos en innumerables versiones diferentes. Muchos de sus espectaculares diseños en artes gráficas comerciales, muebles, urbanismo y arquitectura, se crearon con la ayuda de la serie de números Modulor, incluido el pabellón de Zúrich, que se proporcionó completamente con Modulor.

En su estudio.


El Modulor: de las sillas a las ciudades

Consciente de que al anhelado final de la Segunda Guerra Mundial le seguiría la Reconstrucción de Francia, Le Corbusier desarrolló un sistema de dosificación propio entre 1943 y 1945. Consiguió establecer una relación geométrica entre las proporciones del cuerpo humano y la sección áurea y de ahí derivan dos series de medidas mutuamente complementarias que contienen todas las dimensiones del cuerpo humano relevantes para el diseño. Al fijar la altura de su figura Modulor en seis pies, superó la incompatibilidad del sistema métrico y las unidades de medida angloamericanas y así hizo de su teoría de la proporción una herramienta de aplicación universal.

A partir de 1946, Le Corbusier utilizó el Modulor para el diseño de todos sus edificios, incluidas las fachadas de la fábrica textil Claude et Duval en Saint-Dié, el convento de La Tourette e incluso el diseño de la capital provincial de Chandigarh en India. Fue sobre todo a menor escala donde el Modulor demostró todo su potencial, como en el legendario cabanon o cabaña de vacaciones de Le Corbusier y su decoración interior en el Mediterráneo.