Soy interiorista y estos son mis hábitos para NO acumular: “Si compro algo nuevo, me deshago de otro similar"

Mantener el orden en casa mejora la estética pero también y sobre todo, contribuye a una sensación de bienestar y equilibrio. En los pisos pequeños, donde cada metro cuadrado cuenta, es aún más importante optimizar el espacio y evitar la acumulación de objetos innecesarios. La clave está en crear un entorno funcional, donde cada elemento tenga un propósito y se aproveche al máximo el almacenamiento disponible.

El mobiliario juega un papel fundamental en la organización del hogar. Optar por muebles multifuncionales, como camas con cajones integrados, mesas extensibles o sofás con espacio de almacenaje, ayuda a reducir la cantidad de objetos a la vista sin comprometer la comodidad. Además, el almacenamiento vertical, como estanterías flotantes o módulos en altura, permite liberar espacio en el suelo y dar una sensación de mayor amplitud.

Todo tiene que tener su sitio asignado y bien colocado, como en este proyecto en Madrid de Pia Capdevila.

 

Otro aspecto esencial es desarrollar hábitos de orden y desapego. Acostumbrarse a revisar regularmente los objetos que poseemos y deshacernos de aquello que no usamos evita que el desorden se acumule con el tiempo. También es útil asignar un lugar específico a cada cosa, de manera que encontrar lo que se necesita sea más fácil y se reduzca la posibilidad de acumular sin control.

Para conocer más estrategias prácticas, hemos consultado a la interiorista Pia Capdevila, quien nos ha compartido sus mejores hábitos para mantener el orden y aprovechar el espacio de manera eficiente en el hogar.

Regla del ‘uno entra, uno sale’

“Si compro algo nuevo, me deshago de otro similar, cambiando elementos en lugar de acumularlos”. Este hábito es clave para evitar que los objetos se multipliquen sin control. Lo aplico tanto en decoración como en ropa y utensilios del hogar. Para hacerlo más efectivo, intento donar o vender lo que retiro, dándole una segunda vida.

Aprovecho el cambio de cada estación reviso y elimino lo que no uso

“De esta manera me aseguro cuatro revisiones al año para no acumular sin darme cuenta”. Cada cambio de temporada es la oportunidad perfecta para hacer limpieza y evaluar qué realmente uso. En invierno, reviso ropa de abrigo y mantas; en verano, accesorios de playa y ropa ligera. Este sistema me permite mantener siempre un equilibrio entre lo que necesito y lo que simplemente está ocupando espacio.

Libros ordenados en la mesilla, una cesta de mimbre para el resto de objetos si no tenemos cajones, todo bien pensado y aprovechado.

A la hora de escoger el mobiliario o los accesorios, prefiero piezas con almacenamiento o multifuncionales

"Con doble o más usos, para ganar orden y evitar mobiliario adicional”. Los muebles con almacenamiento integrado son una solución eficaz para pisos pequeños. Un banco con espacio debajo para guardar mantas, una cama con cajones incorporados o una mesa de centro con compartimentos ocultos son ejemplos de cómo maximizar el espacio sin perder funcionalidad.

Conservo solo lo que realmente me aporta valor e intento desapegarme emocionalmente de las piezas

El desapego es fundamental para evitar acumular. A veces guardamos cosas porque nos traen recuerdos, pero con el tiempo, esos objetos terminan amontonándose. Un truco que me funciona es hacerme la pregunta: "¿Esto me hace la vida más fácil o feliz?" Si la respuesta es no, es hora de dejarlo ir.

Escaneo documentos y recuerdos para evitar la acumulación de papeles

Uno de los mayores enemigos del orden es la acumulación de documentos, recibos y recuerdos en papel. Digitalizar facturas, cartas y fotos antiguas me permite conservarlos sin que ocupen espacio físico. Utilizo carpetas digitales organizadas y solo conservo en papel lo estrictamente necesario.

El menos es más cobra dimensiones épicas cuando se trata de mantener el orden en pisos pequeños. Marie Kondo y su método lo saben muy bien.

A la hora de comprar, suelo esperar 48 horas antes de decidir si realmente lo necesito

El impulso de compra es uno de los principales motivos de acumulación. Esperar dos días antes de adquirir algo me ayuda a evaluar si realmente lo necesito o si es solo un capricho pasajero. Muchas veces, pasado ese tiempo, me doy cuenta de que puedo prescindir de ello.

Intento que cada objeto tenga un lugar determinado, claro y útil

“Las cajas y los separadores son una opción ideal para que todo tenga su sitio y se mantenga en orden”. Organizar por categorías y tener zonas designadas para cada tipo de objeto facilita la tarea de mantener el orden. Uso organizadores en los cajones, cestas en los armarios y etiquetas para identificar los contenidos. Esto evita la acumulación innecesaria y me permite encontrar lo que busco en segundos.

Pia busca el lugar adecuado para cada objeto que quiere mantener en casa.

Invierto en piezas duraderas y funcionales con la idea de ‘menos cantidad pero más calidad’

Prefiero tener menos cosas, pero que sean de buena calidad y tengan un diseño atemporal. Esto aplica tanto a muebles como a ropa y accesorios. Optar por materiales resistentes y versátiles evita la necesidad de reemplazarlos con frecuencia y reduce la acumulación.

En la cocina, intento solo conservar lo que uso a diario o es realmente útil para ocasiones especiales

La cocina es una de las zonas donde más objetos innecesarios se acumulan. Para evitarlo, revisa utensilios y electrodomésticos regularmente. Si algo no lo has usado en meses, probablemente no lo necesites. También opta por vajillas apilables y recipientes de almacenamiento uniformes para optimizar el espacio.

Una prenda entra y otra sale. Planifica el vestidor con sencillez para un mayor orden visual.

Suelo revisar frecuentemente los productos de los baños y la despensa para sacar los caducados o los productos ‘por si acaso’

“Si no lo hemos usado en un año, es porque no lo necesitamos”. En baños y despensas, los productos olvidados pueden acumularse con facilidad. Hago una revisión periódica y desecho lo vencido o lo que lleva meses sin usarse. También aplico la regla de rotación: lo nuevo va al fondo, y lo más antiguo, al frente para que se use antes.

La regla de los 5 segundos

“La regla de los 5 segundos siempre funciona: si se puede guardar algo en 5 segundos, hazlo ya. Y siempre destino 10 minutos al día para un orden exprés de lo que más se ve para acabar siempre el día con todo en orden”. Pequeños gestos diarios mantienen el orden sin esfuerzo. Dedicar solo 10 minutos al día a reorganizar la casa hace que nunca llegue a convertirse en un caos. “También aplico la regla de "un solo toque": si cojo algo, lo devuelvo a su lugar inmediatamente”.

Aprovecho las paredes para crear almacenamiento vertical y liberar espacio

Las paredes son un recurso desaprovechado en muchas casas. Estanterías flotantes, ganchos y paneles modulares permiten mantener el suelo despejado sin perder capacidad de almacenamiento. En cocinas y baños, los estantes en altura ayudan a organizar sin ocupar espacio útil.

Aunque suelo cambiar los textiles con los cambios de estación, intento que los básicos sean versátiles y fáciles de combinar con pocos cambios

Prefiero textiles en tonos neutros que se adapten a cualquier temporada. Con pequeños detalles como cojines o mantas en colores de temporada, consigo cambiar el ambiente sin necesidad de renovar todo el decorado.

Piensa bien dónde colocar cada pieza en casa.

Suelo tener un rincón en casa con todo aquello que tenemos previsto donar

“Así, a medida que se acumula, lo llevamos a su nuevo destino”. Tener un espacio destinado a donaciones me ayuda a desprenderme más fácilmente de lo que ya no necesito. Cuando veo que un objeto ya no cumple una función en mi hogar, lo coloco directamente en este rincón para evitar que vuelva a integrarse en la casa. Cada cierto tiempo, hago una donación y libero espacio de forma consciente.

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