El pasillo, ese espacio tan transitado y a menudo olvidado, tiene un gran potencial. Si bien es cierto que no suele ser un lugar que capte nuestra atención, también es uno de esos rincones perfectos para aportar un toque diferente en la decoración de la casa. Si el pasillo es estrecho, el reto se incrementa. Pero, en realidad, este tipo de espacios invita a la creatividad. No se trata solo de llenarlos de objetos, sino de encontrar soluciones que jueguen con la luz, los materiales y, por supuesto, el estilo.

En lugar de recurrir a los recursos tradicionales, como cuadros o espejos, que solemos ver en la mayoría de los pasillos, hay otras formas de dar vida a sus paredes. Un claro ejemplo es este proyecto de LUV Studio, que ha logrado hacer del pasillo de esta vivienda un espacio único, lleno de carácter y sin necesidad de llenar las paredes con decoraciones predecibles.

El reto de decorar un pasillo estrecho

El primer paso para transformar un pasillo estrecho es elegir los materiales adecuados. En este proyecto de LUV Studio, cada elemento está pensado para maximizar el espacio. Las paredes revestidas con estuco en tonos neutros crean una sensación de profundidad. Esta elección, lejos de hacer que el pasillo se vea más pequeño, contribuye a difuminar sus límites, haciendo que el espacio parezca más grande de lo que es.

Decoración pasillo  Eugeni Pons

Otro acierto de LUV Studio es el suelo de espiga en madera natural, que refuerza esta sensación de amplitud. Su disposición diagonal aporta un toque de calidez, rompe la linealidad habitual de los pasillos y guía visualmente a lo largo del recorrido generando una sensación de mayor espacialidad.

Las cortinas de lino, que cuelgan desde el techo hasta el suelo, son otro detalle clave. Actúan como filtros de luz, creando un juego de sombras que cambia a lo largo del día. La luz, al entrar suavemente a través de las cortinas, se convierte en un material más dentro del diseño, alterando la percepción del espacio de forma sutil pero efectiva.

La gran idea de este pasillo

Al final del pasillo, dos esculturas del artista británico Anish Kapoor captan toda la atención. Estas piezas en un verde intenso crean un contraste impactante con los tonos neutros del espacio. Más allá de ser una simple obra de arte, las esculturas tienen superficies convexas y cóncavas que distorsionan la percepción del espacio. En lugar de reflejarlo de forma directa, crean una ilusión óptica que multiplica la sensación de amplitud, transformando el pasillo en el verdadero punto focal.

La iluminación también juega un papel esencial en este diseño. Las cortinas de lino, además de aportar una estética elegante, permiten que la luz natural fluya suavemente por todo el pasillo. Este filtro de luz crea una atmósfera cálida y acogedora, mientras resalta la altura del pasillo y suaviza sus límites, haciendo que el espacio se sienta más abierto.

Por su parte, las puertas correderas son una solución práctica para aprovechar al máximo el espacio sin perder centímetros útiles. Además, su diseño minimalista y funcional añade ligereza al conjunto, manteniendo la continuidad visual y permitiendo que la luz fluya sin obstáculos.