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Estructuras exteriores acanaladas con suelo empedrado y caballo negro

Situado en las colinas de la bahía de Ornos, a tan solo 10 minutos de la ciudad de Mykonos, el exclusivo hotel Kalesma Mykonos fusiona la tradición griega con la modernidad en una búsqueda por la desconexión y el contacto con la naturaleza. 

Vista aérea del complejo hotelero con construcciones encaladas de cantos curvos

Los volúmenes encalados suben a la cima de la colina perfumada de jazmín, dispuesta en un pixelado paisaje, alrededor de una "meseta" central o espacio comunitario.

Vista cenital de una de las terrazas con piscina con techo de piedra sobre estructura encalada

El diseño, fruto de una colaboración sin fisuras entre el equipo de K-Studio, Studio Bonarchi y los propietarios del hotel, reinventando la hospitalidad miconiana a partir de una experiencia relajada que conecta con la esencia cíclada en un destino similar a una aldea.

Acceso al vestíbulo del hotel a través de vigas de piedra y madera, cerramientos y mobiliario de madera en tonos claros

Cómodos sofás tapizados con telas de lino, sillones de roble hechos a mano con detalles de ratán inspirados en los muebles tradicionales de los años 50 y esculturales mesas de café curvadas de piedra de lava negra coexisten con icónicas piezas de iluminación ultra elegantes.

Zona de recepción de hotel con suelo y mostrados en piedra oscura, luminaria de sobremesa cálida, vigas de madera y cubierta de paja

Hermosas luces de la firma neoyorkina Apparatus Studio y magníficos muebles de estilo brutalista, obra del diseñador de moda Rick Owens a partir de materiales primitivos, han sido seleccionados por el Studio Bonarchi para la recepción y la zona de descanso añadiendo un valor artístico al conjunto. 

 

Vista exterior de suite de hotel de estructura encalada y muretes en piedra vista

La propiedad familiar de varias generaciones se ha transformado en un complejo que consta de 25 suites y dos villas independientes, de fachadas encaladas, decorado con una paleta de marrones terrosos y grises y suelos de piedra pulida.

 

Bar junto a la piscina con taburetes de madera, porche de madera, árboles mediterráneos, tumbonas marrones

Materiales naturales, claros exponentes del lugar, crean espacios atemporales que permiten al visitante disfrutar de lo verdaderamente esencial: la luz griega y la impresionante vista del mar Egeo.

Zona de piscina con escaleras de obra, terraza junto al agua, tubmonas en grist

En el epicentro del hotel se encuentra la espectacular piscina infinita que actúa como centro social del hotel. Todo ello bajo un diseño sobrio y minimalista, rodeado de vegetación autóctona.

Zona de restaurante exterior con mesa y sillas de madera, y barra encalada

El restaurante del hotel, Pere Ubu, está equipado con un horno de ladrillo en el que se hornean diariamente panes crujientes llamados horiatiko psomi, y se sirven junto a especialidades cíclicas, como el queso y el pescado de las islas vecinas, incluyendo Delos y Naxos.

Zona de ducha exterior con estructura encalada con celosía y puerta de madera

Cada una de las suites con las que cuenta el hotel se concibe como un sereno escondite de verdadero lujo intacto, donde se mezcla el estilo local con acabados de alta calidad, que proyectan una sensación de paz y bienestar al ambiente. 

Zona de paso interior con techo de paja y cerramientos con detalle de celosía

Los interiores de las suites así como los espacios principales han sido proyectados por Vangelis Bonios, del Studio Bonarchi, y se caracterizan por la coexistencia de geometrías esculturales micónicas puras junto con gestos lineales modernos que se entrelazan de manera orgánica.

Salón con vistas al mar con sofás en crudo, suelo de piedra, y cubierta de paja y vigas de madera

Los contrastes entre el brillo del blanco, la sensación natural de la madera cepillada y la nitidez de los detalles de latón oscuro, aportan luz y calidez a las estancias, dotadas de increíbles panorámicas y bañadas por el mar.

Dormitorio con amplia cama y cerramientos abiertos hacia piscina y mar

Las paredes encaladas junto con los suelos de piedra natural arenada en colores terrosos y los techos de madera oscura crean un lienzo natural ideal para los interiores, de manera que permite que el color azul del mar destaque.

Dormitorio con cabecero oscuro, con suelo porcelánico y armario de madera oscura con coritnas en crudo

La mayoría de los muebles son hechos a medida, creados por artesanos griegos y artistas individuales para lograr un sentimiento de exclusividad que, a su vez, conecta mágicamente con la serenidad y la pureza del auténtico estilo griego.

Detalle asiento de madera y fibra natural junto a cerramiento acristalado junto a piscina exterior

Kalesma, que en griego significa "invitación", es una verdadera exploración de temas y texturas naturales que se abren al exterior a través de amplios cerramientos acristalados que invitan a disfrutar de la luz y los elementos del lugar. 

Cuarto de baño con amplia zona de lavamanos, y bañera de formas cuadradas con amplia ventana abierta con vistas al exterior

Los interiores de Kalesma se caracterizan por una noble simplicidad, donde se impone un equipamiento de formas puras y límpias, dejando a la luz natural y el entorno juegar un papel protagonista dentro del espacio. 

Vista de la terraza con tumbona y mesilla auxiliar junto a piscina infinita y vistas al mar

Abrazando la belleza cruda del árido paisaje rocoso, cada residencia disfruta de vistas al mar mediterráneo bañado por el sol, cada una con su propia terraza de piscina privada.

Vista general al atardecer del complejo hotelero frente al mar

El enclave pacífico y profundamente arraigado en su entorno ofrece una exclusiva experiencia sensorial a sus huéspedes que cada día pueden disfrutar de impresionantes amaneceres y puestas de sol frente al mar.

Zona de descanso junto a barbacoa, suelo y bancada de piedras

'Kalesma', que significa "invitar" en griego, trata de hacer que los huéspedes se sientan como en casa y de fomentar una sensación de vecindad, realzada por rincones como este que invita a socializar de forma distentida alrededor del fuego. 

En la idílica bahía de Ornos, en la isla griega de Mykonos, abre sus puertas el hotel boutique Kalesma Mykonos, un nuevo enclave desde el que disfrutar de la belleza natural de las cíclidas. Kalesma, que significa "invitar" en griego, se adapta perfectamente al espíritu de este enclave cuyo diseño arquitectónico, obra del estudio ateniense K-Studio, evoca un tradicional pueblo miconiano, con casitas encaladas dispersas por una ladera cubierta con más de 20.000 plantas. Situada a un corto paseo de la playa, el diseño de Kalesma se inspira en la tradición y la historia local y el "aloni", una piedra tradicional empleada en estructuras circulares utilizadas para moler el trigo en harina, y que en esta ocasión se ha vuelto a utilizar como fuente de inspiración para el estilo y el carácter del proyecto.

A la hora de vestir los interiores del hotel, K-Studio ha contado con la colaboración del Studio Bonarchi, con sede en Atenas, junto con aportación de los propietarios del hotel. Conjuntamente, han planteado un diseño de espacios basados en fusionar la esencia natural y artesanal de la isla con diseños minimalistas y de vanguardia que dibujan formas orgánicas en medio de un entorno relajado y depurado. El alojamiento se compone de 25 suites y 2 villas, cada una con su propia terraza con piscina privada y vista al mar. Además, se acompaña de una gran piscina infinita que actúa como núcleo social del hotel y junto a la cual se ubica un bar y un restaurante especializado en gastronomía autóctona.

Tanto la arquitectura como los interiores de Kalesma se han inspirado en el relajado glamour de Mykonos, con sus paredes encaladas, una paleta de colores neutros y terrosos, elementos tradicionales de una villa griega y arcos llenos de buganvillas. Un rico juego de materiales y texturas crean espacios intemporales que acompañan a la verdadera esencial del lugar como es la luz griega y la impresionante vista del mar Egeo.