En la idílica bahía de Ornos, en la isla griega de Mykonos, abre sus puertas el hotel boutique Kalesma Mykonos, un nuevo enclave desde el que disfrutar de la belleza natural de las cíclidas. Kalesma, que significa "invitar" en griego, se adapta perfectamente al espíritu de este enclave cuyo diseño arquitectónico, obra del estudio ateniense K-Studio, evoca un tradicional pueblo miconiano, con casitas encaladas dispersas por una ladera cubierta con más de 20.000 plantas. Situada a un corto paseo de la playa, el diseño de Kalesma se inspira en la tradición y la historia local y el "aloni", una piedra tradicional empleada en estructuras circulares utilizadas para moler el trigo en harina, y que en esta ocasión se ha vuelto a utilizar como fuente de inspiración para el estilo y el carácter del proyecto.

A la hora de vestir los interiores del hotel, K-Studio ha contado con la colaboración del Studio Bonarchi, con sede en Atenas, junto con aportación de los propietarios del hotel. Conjuntamente, han planteado un diseño de espacios basados en fusionar la esencia natural y artesanal de la isla con diseños minimalistas y de vanguardia que dibujan formas orgánicas en medio de un entorno relajado y depurado. El alojamiento se compone de 25 suites y 2 villas, cada una con su propia terraza con piscina privada y vista al mar. Además, se acompaña de una gran piscina infinita que actúa como núcleo social del hotel y junto a la cual se ubica un bar y un restaurante especializado en gastronomía autóctona.

Tanto la arquitectura como los interiores de Kalesma se han inspirado en el relajado glamour de Mykonos, con sus paredes encaladas, una paleta de colores neutros y terrosos, elementos tradicionales de una villa griega y arcos llenos de buganvillas. Un rico juego de materiales y texturas crean espacios intemporales que acompañan a la verdadera esencial del lugar como es la luz griega y la impresionante vista del mar Egeo.