"He evitado en lo posible fotografiar en estudio. Al fin y al cabo, una mujer no se pasa la vida posando sentada o de pie ante un fondo de papel. Aunque eso no facilita mi trabajo, prefiero salir a la calle con la cámara, meterme en lugares públicos y privados, en lugares que por lo general sólo visitan las personas ricas. Dichos lugares, normalmente inaccesibles a los fotógrafos son los que más me han estimulado siempre", dijo Helmut Newton (1920-2004), cuyas fotografías muestran modelos de piernas largas con tacones altos y por lo general con poca ropa, que irradian un sentido del erotismo desenfrenado. Su mundo es complejo y variado y su aportación a la historia de la fotografía del siglo XX no sólo consiste en lo provocador de sus imágenes, sino en la habilidad con la que hace visible a la mujer, que ocupa un lugar central en su obra fueran desconocidas o célebres, como los retratos que realizó a Isabelle Huppert, Catherine Deneuve, Liz Taylor o la princesa Caroline, entre otras.
A partir del 21 de mayo, en Barcelona se podrán ver las imágenes más icónicas capturadas por el fotógrafo en la exposición Private property que abrirá sus puertas en el centro artístico FotoNostrum. Comisariada por Matthias Harder, director y conservador de la Fundación Helmut Newton de Berlín, la muestra que abarca cinco décadas del artista desafía la categorización. Newton trascendió los géneros, añadió elegancia, estilo y voyeurismo a la fotografía de moda, logrando una obra que sigue siendo tan inimitable como inigualable. De sus reportajes trascendía una narrativa paralela, con una frontera difusa entre realidad y puesta en escena.
Private property recogerá los mejores trabajos del alemán realizados entre 1972 y 1983 y los visitantes a la muestra podrán ver una cuidada selección de instantáneas de moda, de retratos y de motivos eróticos. A través de su inimitable mezcla de erotismo, elegancia tenue y lujo decadente, las fotografías reflejan una obsesión por la vanidad humana, desde el exhibicionismo femenino hasta el voyeurismo masculino. Siempre con perfección técnica y un estilo detallista al extremo y franqueza implacable, la obra de Newton a menudo ha levantado polémica, pero como dijo el crítico de arte Derek Scally: "Son los hombres los que deberían quejarse: cosificados en imágenes sucesivas como hombres musculosos anónimos y aceitados en bañadores, siempre en manadas y compitiendo por la atención de la diosa inevitablemente inmaculada, distante y vestida de alta costura".
Toda las imágenes de la exposición se recogen en un libro de título homónimo publicado por Schirmer Verlag y que es el catálogo de la exposición. El libro se publicó en 1989 y se reedita ahora para la ocasión.