En enero hemos viajado a París gracias a Lupin, el último pelotazo de Netflix. La ciudad del Sena es el escenario en el que su protagonista, el actor francés Omar Sy, interpreta a un caballero- ladrón de guante blanco en la serie más vista del momento. Cuenta una historia de venganza que arranca con un robo cuanto menos ambicioso: el de un valioso collar en el Museo del Louvre y ya se ha convertido en un exitazo que ha destronado a Los Bridgerton, otra serie que ha causado furor entre el público. El éxito de Lupin va acompañado de una buena noticia: la plataforma estadounidense ha comunicado que contará con una entrega que se estrenará el próximo verano, satisfaciendo así los deseos de sus fans. Constará de cinco capítulos y en el cartel promocional, el actor de origen senegalés y criado en un suburbio parisino sorprende posando con un icono del diseño: la silla Nemo de Driade.
Esta pieza lleva la rúbrica de Fabio Novembre, arquitecto de formación, interiorista y diseñador de profesión, que reivindica la vida, la pasión y la libertad por encima de todo. Con la línea curva como aliado para el diseño de muebles, este creador cuenta historias intensas en las que el protagonista suele ser la figura humana (o partes de ella) y las dota de un tinte abstracto y universal, al estilo de la belleza propia de la mitología de los clásicos griegos. Así hizo en 2010 con Nemo, la silla de polietileno editada por Driade, un teatral diseño en el que el rostro se ahueca para crear un espacio habitable y en la que se presenta semi oculto el televisivo ladrón Lupin.
Nemo es una butaca para vivir desde el interior. Este sillón-cabeza como una máscara, oculta pero que al mismo tiempo revela a su habitante, es lo suficientemente alta como para proteger a la persona y tiene el poder de convertir cualquier hábitat en una escena teatral. De ahí la acertada elección de la icónica Nemo para compartir protagonismo con el actor Omar Sy en el cartel que adelanta la grata noticia de la segunda parte de la exitosa serie.