Tiene razón Itziar Guzmán cuando dice que no se considera "artista" y en un sentido que va más allá de lo que sugiera una expresión de modestia. Porque lo interesante es que parece referirse a que existe un momento en que el mundo impresiona y mueve a ser trasmitido en imágenes. Al contemplar su trabajo esto parece surgir en un momento anterior al arte en el que en la obra se traduce en búsquedas instintivas e instantáneas, y a la vez laboriosamente técnicas, con recursos que le permiten ir más allá de la fotografía, sin abandonarla, sumergiéndola en una alquimia distinta.  

En las imágenes de mares, orillas, meandros, archipiélagos,  puertos, pájaros y espumas de su serie Islas, el espectador puede buscar asociaciones, influencia de estéticas distintas o, mejor, puede situarse en ese momento de captura maravillada de aspectos del mundo. En tres obras de acrílico sobre lienzo de esa serie (Línea de costa, Vuelvo a puerto, Libre en el mar y en el viento y Tinta azul marino), podrían tejerse afinidades con el constructivismo y (en el último) con Nicolás de Stäel, pintor ruso afincado en París. Una visión geométrica en colores profundos que hacen significativa las dimensiones variables del blanco en que se apoyan o del que emergen. En la hermosa y etérea Carta I (acrílico sobre papel de algodón), en cambio, figuras diminutas bailan o flotan o caen, como en un cuadro de Joan Pons o de cierto Miró. Y en la subserie Espuma marina (pintura, bronce y escayola), la química de los materiales se hace cargo de la expresión con fuerza, relatando una lucha del blanco  –una agitación dramática- contra un fondo vertical infranqueable. El mundo le  habla a Itzíar Guzmán en un lenguaje de colores y formas cambiantes, móviles, deslizantes, con vocación de navegar en meandros, fragmentarse en archipiélagos o rasgarse como un viejo papel. Los colores, nítidos o cuidadosamente desenfocados, en apariciones doradas o rugosas de amarillo, en violetas o rojo lacre, conducen al azul, así como los ríos castaños terminan en el mar. El mar azul profundo que rodea las múltiples islas del archipiélago creado por Itzíar Guzmán.