Los muebles son la columna vertebral de todos los interiores. Sin ellos, no habría nada que decorar ni distribuir ni mucho menos "usar", en el sentido más práctico de la palabra. Sin muebles, una casa está completamente desangelada y vacía. Para aprender a cuidar cada una de nuestras piezas, conversamos con la experta interiorista Norta Batlle. Estos son sus mejores consejos a la hora de cuidar el mobiliario. 

La magia del paso del tiempo

Para Nora Batlle, el tiempo no tiene por qué generar conflicto a la hora de decorar y amueblar la casa. Todo lo contrario. "Como diseñadora de interiores, siempre he valorado los muebles que cuentan una historia. Aunque cuidar los materiales es esencial para alargar su vida útil, también creo que el paso del tiempo les aporta un encanto único. La pátina que adquieren algunos materiales con el uso y los años no es algo que deba evitarse, sino celebrarse", afirma la experta. 

Y es que las llamadas "imperfecciones" muchas veces son el reflejo de todo lo que hemos vivido junto a esos muebles en nuestro hogar. "Para mí, la perfección no es tan bonita como un material que habla por sí solo, con sus marcas, texturas y matices que reflejan su historia y nuestra vida junto a ellos", señala Nora. Sin embargo, existen algunos trucos y aspectos que debemos tomar en cuenta si queremos proteger nuestros muebles más preciados. 

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Mesa Slice de Ethnicraft y sillas de Zara Home.

Meritxell Arjallaguer | Proyecto de Nora Batlle

¿Cuáles son los materiales más duraderos en muebles?

Si vas a amueblar tu casa desde cero o quieres cambiar algunas piezas, ten en cuenta que no todos los materiales duran lo mismo. Igualmente, algunos requieren más mantenimientos que otros.  Estos son los cuatro componentes que, según Nora Batlle, no solo son resistentes y duraderos, sino que, como un buen vino, mejoran con el tiempo. 

  • Maderas macizas como el roble, el nogal o la teca, ya que desarrollan una pátina cálida y llena de carácter con el paso de los años.
  • Cuero natural, pues con el uso adquiere un carácter único lleno de matices.
  • Metales envejecidos como el latón o el hierro forjado. Pueden oxidarse de forma controlada y aportar una textura interesante.
  • Piedras naturales, ya que conservan su solidez y ganan historia con cada marca o desgaste visibles. 
Madera natural cuidados

Casa en Cadaqués con muebles de materiales naturales.

Documenta Studio | Proyecto de Enric Ferrer, Narcis Fon y Nora Batlle.

Materiales delicados

Para la experta, existen algunos materiales que deben ser tratados con delicadeza. Sobre todo aquellos de origen natural, ya que de esta manera "preservaremos su esencia", según afirma.

"La madera natural debe limpiarse suavemente para mantener su textura y evitar grietas", señala Nora. Por otra parte, "el cuero necesita hidratación regular para evitar que se agriete, el mármol y otras piedras naturales pueden ser vulnerables a manchas y los metales, especialmente los que no tienen recubrimiento, pueden oxidarse". Sin embargo, la experta afirma que para ella "una oxidación controlada puede ser un valor añadido, siempre que no comprometa su funcionalidad". 

Cocina abierta de madera con vetas naturales

Cocina abierta de madera natural y grifería negra. 

CLAUDIA MAURIÑO | Proyecto de A STUDIO architects

Cómo cuidar muebles de madera

Sabemos que la madera es uno de los materiales preferidos para interioristas y decoradores. Es uno de los componentes "más nobles y agradecidos, pero necesita cuidados básicos", afirma Nora. Por ejemplo, recomienda realizar una limpieza regular evitando productos químicos porque podrían dañar la superficie. También aconseja realizar una hidratación periódica, aplicando aceites o ceras. 

Por otra parte, es importante protegerlos de los líquidos: "Aunque un pequeño desgaste puede aportar carácter, las manchas profundas pueden ser irreversibles. Usa posavasos o manteles para proteger las superficies", indica la experta. 

Finalmente, se recomienda evitar la luz directa del sol, ya que esto podría decolorar la madera, "pero incluso esto, en algunos casos, aporta un encanto particular", afirma Nora.

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Sofás de cuero gris en amplio salón.

Studio Flusser | Proyecto de No Architects

La organización de los muebles 

Distribuir bien para conservar bien, ese es el lema. "El lugar donde colocamos un mueble puede afectar mucho su estado y su envejecimiento", señala la interiorista. Por ejemplo, una pieza cerca de la ventana puede exponer el mueble constantemente al sol. "En mi opinión, una madera ligeramente aclarada por la luz puede tener un carácter precioso. Si prefieres evitarlo, usa cortinas o películas solares", añade. 

Sin embargo, las fuentes de calor directo podrían ser nocivas para la madera o el cuero. Así también las zonas húmedas: "la humedad puede causar hinchazón o moho, pero una ventilación adecuada puede prevenirlo. Los metales, por su parte, pueden lucir bien con una ligera oxidación controlada", afirma. 

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Mesa de centro de la colección Nomad, de Nathalie Deboel; butaca vintage, y lámpara Mantis BS1, de Bernard Schottlander para DCW Éditions.

Eugeni Pons | Proyecto de Nathalie Deboel

Protegidos, pero no en exceso

Muchas personas piensan que proteger un mueble significa llenarlo de barnices y fundas. Sin embargo, esta medida debe aplicarse con equilibrio. "Para mí, proteger no significa encerrar los materiales en una burbuja de perfección", dice Nora. Las lacas y barnices "son útiles para sellar y proteger la madera, pero es importante elegir acabados que permitan que la textura y la pátina sigan siendo visibles", añade.

Respecto a las fundas, indica que "son ideales para proteger sofás y muebles de exterior del desgaste excesivo, pero también me gusta descubrirlos y dejar que respiren".

Otra opción que aconseja la interiorista es optar por protectores de fieltro. "En las patas de sillas y mesas, son una solución discreta que protege el suelo y prolonga la vida de los muebles", indica. 

Limpieza frecuente

Los muebles de uso diario requieren cuidados regulares, "pero sin obsesionarse", aconseja Nora. "En el caso de los sofás, se requiere aspirar regularmente para evitar acumulación de polvo y usa protectores si hay riesgo de manchas. No te preocupes por las marcas que deja el tiempo; son parte de su historia", afirma. 

Respecto a las mesas, recomienda limpiarlas con productos específicos y proteger la superficie, "pero sin ocultarla bajo capas innecesarias". Para la sillas, la recomendación es similar: "asegúrate de que las uniones estén firmes y deja que el desgaste natural hable de su uso diario", indica Nora. 

Cocina abierta al salón con sofa de piedra y lucernarios

Sofá tapizado con cuero, modelo John-John, de Jean-Marie Massaud para Poltrona Frau. Mesita auxiliar Tulip, de Eero Saarinen para Knoll. Taburetes Circular, de BassamFellows.

Anson Smart | Proyecto de Madeleine Blanchfield Architects.

Como es afuera es adentro

En el exterior, los cambios climáticos, el paso de una estación a otra, incluso las leves variaciones de temperatura pueden afectar al cuidado de los muebles. Nora nos cuenta que "la madera se expande o contrae con la humedad y la temperatura, creando texturas y formas únicas". Así, vemos que estas modificaciones pueden ser tan positivas como enriquecedoras para la pieza. 

Otros materiales como el cuero presentan cambios sutiles en la superficie. "Los metales pueden oxidarse en ambientes húmedos, pero esa pátina es, para mí, parte de su encanto", indica Nora. "Si vives en un clima extremo, protege tus muebles, pero no luches contra su naturaleza. A veces, lo que percibimos como imperfecciones, es lo que realmente les da vida", concluye.