¿Verdad que cuando llega el buen tiempo suelen entrarnos unas ganas irrefrenables de cambiar la decoración de la casa? Ojo, no se trata de ponerse estupendos y darle la vuelta como a un calcetín, sino más bien de saber dónde añadir algún toque personal introduciendo detalles. Con un poco de gusto (y buenos consejos) se consiguen resultados óptimos. Le hemos preguntado a una reconocida interiorista, Blanca Rosa Gutiérrez, qué accesorios tendría siempre en el salón y qué haría para personalizar la decoración.

Salón decorado con una gran fotografía y molduras
David Mitchell | Diseño: Timothy Godbold
Estos son los accesorios que siempre deberían estar en tu salón
“A la hora de decorar un salón, nunca prescindiría de ciertos elementos que considero esenciales para construir la atmósfera del espacio y darle alma”, apunta la interiorista Blanca Rosa Gutiérrez. Le pedimos que elabore una pequeña lista y nos diga por qué los escogería.
- Cuadros o piezas de arte: aportan profundidad, emoción y reflejan la personalidad de quienes viven en la casa.
- Libros bien seleccionados: no solo enriquecen visualmente, sino que transmiten cultura, sensibilidad y vida.
- Esculturas o piezas especiales: introducen volumen, carácter y un punto de contemplación silenciosa.

Mesa de un salón-comedor decorada con tres jarrones
Pere Peris
- Cojines y mantas: fundamentales para añadir textura, color y confort; siempre en coherencia con la paleta general del proyecto.
- Jarrones: incluso vacíos, actúan como piezas escultóricas
- Flores naturales: dan frescura y vitalidad.
- Velas: añaden esa luz íntima y cálida que transforma por completo un ambiente.
La interiorista reconoce que también hay algunos que le gustan menos. Concretamente, “los accesorios puramente decorativos, elegidos sin un criterio claro para rellenar. Huyo de las acumulaciones que saturan el espacio y dispersan la mirada. Prefiero pocas piezas, pero cuidadosamente seleccionadas, que respeten la escala del salón y construyan un conjunto sereno, equilibrado y con significado”.

Hay detalles decorativos, como un sofá de terciopelo, que aportan sensación de lujo y confort
Pere Peris
Al escoger texturas y estampados en el salón, busca armonía y coherencia con el resto del espacio
“Las texturas deben invitar a ser tocadas y aportar riqueza sensorial. Me gustan los linos naturales, terciopelos suaves, lanas o algodones ligeros, según la atmósfera deseada. En cuanto a los estampados, los uso con medida e intención. Generalmente, los reservo para cojines o alfombras, pero, a veces, un estampado en las cortinas puede ser la clave para dar carácter y profundidad al salón”, apunta la experta.
Para Gutiérrez, a la hora de elegir los accesorios del salón “la clave está en equilibrar: si un elemento tiene más fuerza visual, los demás deben acompañarlo sin competir con él. Todo debe fluir dentro de una paleta cromática coherente, logrando espacios que transmitan personalidad, elegancia y serenidad”.

Salón con una gran lámpara de pie
Eugeni Pons
Las lámparas: un accesorio fundamental para dar forma a un salón acogedor
“Las lámparas son fundamentales para dar forma y alma a un salón. No solo iluminan, sino que definen ambientes, jerarquizan espacios y crean atmósferas”, apunta la interiorista, que recomienda pensar en distintos niveles de luz –general, ambiental y puntual– a la hora de elegirlas. “Me gusta combinar lámparas de techo, de pie y de sobremesa para que el salón pueda adaptarse a diferentes momentos del día y necesidades. También es fundamental cuidar el diseño de las lámparas: deben dialogar con la arquitectura y la decoración del espacio y aportar belleza incluso apagadas. Y siempre, siempre, cuidar la calidad de la luz: prefiero tonos cálidos y regulables, que inviten a quedarse y disfrutar del salón”, dice.

Más que en modas pasajeras, la interiorista Blanca Rosa Gutiérrez cree en una decoración personalizada en la que los materiales nobles y la mezcla de estilos dé forma ambientes serenos
Eugeni Pons / RBA
Elige los accesorios de tal forma que te ayuden a personalizar el espacio
Fenómenos culturales como la película Barbie han supuesto un auge de los tonos pastel y los textiles suaves en los accesorios de la decoración, dice Gutiérrez, que, sin embargo, recomienda elegirlos “en función de la arquitectura, la luz natural, el carácter del proyecto y, sobre todo, de quienes lo habitan”. Más que seguir modas pasajeras, la interiorista cree en la personalización. “Hay que buscar piezas que aporten autenticidad, mezclando texturas, colores y materiales con sentido y armonía. Hoy en día veo también una apuesta por los materiales nobles; por el valor de lo artesanal y la mezcla de estilos, siempre desde una mirada serena y cuidada que permita crear hogares únicos, no impersonales”.