La arquitectura está llamada a ser mucho más que un arte o una técnica: es una herramienta de cambio. El impacto ambiental de la construcción es hoy innegable y, como alerta Guillermo Rodríguez, CEO de RH Privé y propulsor de la sostenibilidad arquitectónica, “el compromiso con el medio ambiente no puede ser una opción”. Su visión no es alarmista, sino profundamente inspiradora: un futuro donde la arquitectura no solo minimice su huella ecológica, sino que también regenere, cuide y transforme.

Así, Guillermo Rodríguez se ha convertido en un referente del concepto ‘eco luxury’, una filosofía donde sostenibilidad, diseño y bienestar se encuentran para redefinir el lujo contemporáneo. Desde su estudio, impulsa proyectos que miran más allá del presente, hacia las necesidades de un mundo donde,en apenas 25 años, el 68% de la población mundial vivirá en ciudades. Ante este escenario, propone cinco claves que serán imprescindibles en todas las casas del mañana.

Construir el hogar del futuro, según el arquitecto sostenible Guillermo Rodríguez

RH Privé Guillermo Rodríguez

En un mundo cada vez más urbano, donde los recursos naturales serán un bien escaso y preciado, las viviendas deberán transformarse en espacios resilientes, eficientes y profundamente humanos. Guillermo Rodríguez plantea un cambio de paradigma: “La sostenibilidad no es un objetivo, sino el punto de partida”. Y este nuevo punto de partida se articula en torno a cinco pilares esenciales.

1. Materiales sostenibles y duraderos: el nuevo punto de partida

Cocina de madera oscura

Todo gran cambio comienza desde la raíz. En arquitectura, esa raíz son los materiales. Para Rodríguez, será fundamental apostar por materias primas de proximidad, que reduzcan la huella de carbono asociada a su transporte, y que además sean duraderas, reciclables o biodegradables. Piedra local, arcilla, madera certificada o corcho se convierten en aliados naturales para edificar hogares más comprometidos y atemporales. No se trata solo de construir, sino de construir para durar.

2. Eficiencia energética integrada: menor consumo, más inteligencia

La domótica se puede usar en viviendas y también oficinas

La casa del futuro será autosuficiente o no será. El arquitecto insiste en integrar energías renovables como paneles solares o sistemas de aerotermia, junto a tecnologías domóticas inteligentes que regulen y optimicen el consumo de energía. "El reto residirá en lograr que el confort térmico, el consumo responsable y una automatización inteligente se integren con armonía", asegura Rodríguez. Un hogar que cuide de sí mismo para cuidar de quienes lo habitan.

3. Espacios flexibles y adaptables: porque la vida cambia

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La rigidez será cosa del pasado. Las casas deberán acompañar los ritmos cambiantes de la vida: teletrabajo, nuevas estructuras familiares, momentos de crecimiento o transformación personal. Diseños modulares, paredes móviles, mobiliario multifunción... Todo pensado para crear espacios dinámicos que evolucionen con quienes los habitan, sin renunciar nunca a la belleza y la funcionalidad.

4. La circularidad como protagonista a la hora de gestionar los residuos

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El futuro se construye desde la responsabilidad. Guillermo Rodríguez señala que cada etapa de vida de un edificio, desde el diseño hasta su posible demolición, deberá regirse por los principios de la economía circular. Cada material, cada elemento estructural, deberá pensarse como un recurso en tránsito, preparado para una nueva vida. La arquitectura no terminará en el vertedero: se reinventará.

5. Bienestar y naturaleza: la reconexión necesaria

exterior con plantas - casa putxet

La sostenibilidad no puede ser un freno al bienestar, sino su mayor impulso. El diseño biofílico, que integra la naturaleza dentro del hogar, será esencial para construir espacios que fomenten la salud física y emocional. Ventilación cruzada, techos ajardinados, luz natural y terrazas vivas no solo elevarán la belleza del espacio, sino que mejorarán la vida de quienes lo habitan. Como afirma Rodríguez, “el lujo del futuro irá mucho más alineado con la vertiente sensorial, dejando en un segundo plano la ostentación”. Reconectar con la naturaleza será el verdadero signo de una vida plena.