Carolina Amorós, diseñadora y arquitecta: “Así como nosotros, los muebles necesitan un ambiente estable y un cuidado habitual para estar en su mejor estado"

La verdad es que un hogar no puede llamarse como tal sin el mobiliario que lo compone. Probablemente, lo has notado cuando has realizado mudanzas. El cambio de una casa vacía a una casa con muebles es radical. A lo largo del tiempo, iremos reemplazando constantemente nuestro estilo y el mobiliario, pero también habrá piezas de muy buena calidad que durarán décadas. Por eso, es normal que queramos mantener nuestros muebles intactos  a lo largo del tiempo. Spoiler: eso es imposible, los objetos que más amas mostrarán marcas de uso que se reflejarán con el pasar de los años.

Sin embargo, existen ciertas técnicas y buenas costumbres que nos pueden ayudar a conservar nuestras piezas favoritas en excelente estado. Para conseguirlo, los expertos tienen una carta bajo la manga: el mantenimiento. Un mueble de buena calidad puede durar muchísimo más de lo que imaginas. Solo necesitas saber las estrategias más adecuadas y, sobre todo, ser constante y prestar atención a los signos de uso que va mostrando la pieza. Queríamos recopilar información de primera fuente, así que conversamos con la interiorista y arquitecta Carolina Amorós del Estudio Partchwork para compartirte sus trucos mejor guardados.

¿Cuáles son los materiales más duraderos y resistentes?

En el diseño y fabricación de muebles existen materiales más duraderos y resistentes que otros.  Ahora bien, "es fundamental distinguir entre aquellos diseñados para interior y los pensados para exterior", señala Carolina. "Cada entorno tiene sus propios retos: mientras que los muebles de interior se enfrentan al desgaste del uso diario, los de exterior deben resistir las inclemencias del clima". La interiorista nos recuerda la importancia de elegir según el espacio y el estilo de vida de quienes utilizarán los muebles. 

Los muebles de interior se exponen constantemente al uso diario.

Los materiales más duraderos para el interior

"En muebles de interior la madera maciza destaca por su calidez y resistencia", comenta Carolina. En su estudio, se suele trabajar con especies como el roble y el nogal. "Además de ser duraderos, tienen una belleza natural que envejece bien si se cuidan correctamente", nos cuenta.

En segundo lugar, también prefiere trabajar con cuero, sobre todo para piezas como sillas y sofás. "Es resistente y, con el tiempo, desarrolla esa pátina única que lo hace aún más especial", indica Carolina. "Otro material que uso mucho en interiores es el mármol o granito para mesas o superficies; aunque requiere cierto mantenimiento, su elegancia y longevidad valen la pena", afirma.

Cuida tus muebles de exterior de las condiciones climáticas.

Los materiales más duraderos para el exterior

En el caso de los muebles de exterior, puede ser un poco más complicado elegir materiales resistentes al clima y a otros factores medioambientales. "La teca, por ejemplo, es una de mis alternativas favoritas porque no solo resiste la humedad y el sol, sino que con el tiempo adquiere ese tono plateado que me parece precioso. El bambú es una fantástica opción también para tarimas. Los materiales pétreos son ideales también para exterior", nos cuenta Carolina. Asimismo, no olvidemos el acero inoxidable y el aluminio: "son básicos en muebles que necesitan ser funcionales y duraderos en terrazas o jardines", señala la interiorista. 

Respecto a los textiles de los muebles, la experta prefiere "trabajar con fibras sintéticas de alta calidad, como el polietileno trenzado. Estas imitan al ratán natural, pero son mucho más resistentes".

Muebles delicados: ¿existen materiales más complicados de mantener?

Los materiales como la madera maciza, el cuero, el mármol o el bambú, "tienen la capacidad de resistir el paso del tiempo, pero su verdadero secreto está en el cuidado que les brindamos", nos advierte Carolina. Y es que para mantenerlos, es necesario considerar ciertos factores, tanto en interiores como en exteriores. Hay que protegerlos de la "incidencia directa del sol, la humedad y los cambios bruscos de temperatura", señala la experta. 

Los muebles de madera son de los más utilizados en la decoración de interiores.

Muebles de madera: clásicos y elegantes

Consultamos a Carolina por los muebles de madera porque son de los más utilizados en interiores. No hay casa que no tenga al menos una pieza de este material noble; por lo mismo, necesitamos aprender a mantenerlos bien para que envejezcan correctamente. La experta nos compartió algunos consejos básicos (y fáciles de cumplir) que nos ayudarán en el cuidado de la madera: 

• "Limpiar el polvo con un paño suave de manera regular es clave para que la superficie respire y conserve su brillo natural", recomienda Carolina. "Si usas un paño ligeramente húmedo, asegúrate de secar bien después para que la madera no absorba humedad", agrega.  
• Por otra parte, es importante "protegerla de la luz directa del sol y de los cambios bruscos de temperatura, ya que estos pueden hacer que se agriete o pierda su color original", advierte Carolina. 
• "Algo que siempre recomiendo es usar manteles, salvamanteles o posavasos para evitar marcas de vasos o platos calientes. Es un detalle pequeño, pero hace toda la diferencia a la larga", comenta. 
• También nos aconseja aplicar un aceite o cera de vez en cuando, ya que estos productos naturales ayudan a hidratar, proteger y resaltar la textura de la madera. 
• "Por último, si tienes que mover un mueble, hazlo con cuidado. Arrastrarlo puede debilitar las uniones o incluso dañar el suelo", concluye la experta.  

Una distribución adecuada puede proteger tus muebles del calor, la humedad y la exposición solar.

La distribución de los muebles: clave para alargar su vida útil

Uno de los aspectos que debemos considerar a la hora de cuidar nuestros muebles es dónde colocarlos. La distribución del mobiliario a lo largo de toda la casa es clave para mantenerlo en buen estado. "Si un mueble está expuesto a la luz solar directa, como ocurre cerca de ventanas sin cortinas o persianas, los materiales pueden desgastarse más rápido", nos recuerda Carolina. De hecho, en estos casos "las maderas pueden decolorarse o agrietarse, los tejidos perder intensidad en sus colores y los plásticos o metales calentarse, deformarse o deteriorarse". ¿La solución? "Usar cortinas, láminas UV o mover los muebles ligeramente fuera del alcance del sol puede marcar una gran diferencia", afirma la diseñadora. 

Pero no solo la luz natural es una fuente de calor en los interiores. Los radiadores y la calefacción también pueden dañar a los muebles de madera, así como los tapizados de cuero o polipiel. "Mantener los muebles a una distancia mínima del radiador (idealmente unos 30-40 cm) ayuda a evitar este tipo de problemas", nos dice Carolina. 

Asimismo, la humedad es otro gran enemigo de los muebles, especialmente los de madera y tejidos. "Puede causar deformaciones, manchas de moho e incluso olores desagradables. En zonas húmedas, como cerca de baños o cocinas, es esencial ventilar bien los espacios y, si es necesario, usar deshumidificadores o tratamientos protectores", comenta la especialista. 

Cabeceros desenfundables en linos lavados.

¿Deberíamos usar protectores para muebles?

Proteger y mantener son dos verbos que van de la mano. Por eso, muchas personas utilizan protectores para sus muebles, como barnices o fundas lavables. Ten en cuenta que algunas piezas ya vienen con tapices desenfundables de fábrica, lo cual facilita su conservación. 

En el caso de los barnices, Carolina señala que "son casi imprescindibles para muebles de madera. No solo los protegen de arañazos y manchas, sino que además realzan el color y la textura natural de la madera. Si prefieres algo más discreto, hay opciones como aceites o ceras que también ayudan a proteger sin cambiar mucho el aspecto original. Lo importante es reaplicarlos cada cierto tiempo para que sigan haciendo su trabajo". 

Por otra parte, las fundas funcionan como un "salvavidas para los muebles tapizados", indica Carolina. Son útiles "sobre todo si tienes niños, mascotas o si el sofá es el lugar favorito de la casa. Además, en muebles de exterior, las fundas son casi obligatorias para protegerlos del sol, la lluvia o incluso del polvo", comenta. Asimismo, nos recomienda "elegir fundas que sean transpirables y fáciles de limpiar". 

El sofá es uno de los muebles que más usamos en el día a día.

Muebles de uso diario: así debes mantenerlos 

Conservar durante décadas una consola o una butaca que se usa puntualmente es muy importante. Pero mantener aquellos muebles de uso diario como los sofás o la mesa del comedor, es obligatorio. El mobiliario de uso frecuente se expone diariamente a posibles golpes o manchas. De todas maneras, utilizarlo con normalidad es clave para que pueda cumplir su función; la idea es que puedas seguir dándole un uso diario de forma cómoda, pero cuidarlo con regularidad. 

Para mantener limpio el sofá, Carolina Amorós recomienda "aspirarlo regularmente, pues esto ayuda a eliminar polvo, migas o cualquier suciedad que se acumule". Si es desenfundable, nos recomienda lavar las fundas según las instrucciones. En caso contrario,  limpiar con productos específicos para sofás ya es suficiente.  "También es importante girar y esponjar los cojines de vez en cuando para evitar que pierdan forma o se desgasten de manera desigual", indica la experta.

Respecto a las mesas de uso diario, la especialista nos invita a poner especial enfoque en la superficie. "Limpia siempre con un paño suave para evitar arañazos y usa posavasos y manteles para evitar marcas de calor o líquidos. Si es una mesa de madera, un poco de cera o aceite cada pocos meses puede devolverle ese brillo natural que tanto nos gusta. Y si es de cristal o mármol, asegúrate de usar productos específicos para evitar manchas o residuos", comenta.

Sofá Bernd de Eichholtz, mesitas Soda de vidrio, de Yiannis Chikas para Miniforms, mesas de centro Koishi,de Jean-Marie Massaud para Poliform, jarrones Savoy de Alvar Aalto en Mini. Alfombra Coco de The Rug Company y cuadro Captcha #193 de Benka, en Alzueta Gallery.

Cambios de temperatura: sí, también afectan a tus muebles

Al igual que la distribución del mobiliario, este es otro aspecto que quizás no te esperabas. Los cambios climáticos, incluso el paso de una estación a otra, podrían afectar en el cuidado de los muebles, sobre todo en aquellos más delicados. "La madera, por ejemplo, es un material vivo que reacciona a su entorno", nos dice la experta. "Cuando hay demasiada humedad, puede hincharse o deformarse, mientras que en ambientes muy secos tiende a resecarse y agrietarse". Protege tus muebles en caso de oscilaciones bruscas de temperatura, como al trasladar la pieza de un espacio con aire acondicionado a otro muy caluroso. "Para mantener la madera en buen estado, es importante evitar colocar los muebles cerca de radiadores o ventanas donde estén expuestos al sol directo", nos recuerda Carolina. 

"El cuero, por su parte, sufre en ambientes extremadamente secos porque puede volverse quebradizo y perder flexibilidad, mientras que la humedad excesiva puede favorecer la aparición de moho", afirma la experta. ¿La solución? Procura ventilar bien la estancia y utiliza productos protectores hidrantes específicos para este material. 

En cuanto a los muebles tapizados o fabricados en tejidos naturales, "los cambios de temperatura y humedad pueden debilitar las fibras, provocar manchas de humedad o generar malos olores si no hay una ventilación adecuada", señala Carolina. Si vives en una zona de clima extremo, por ejemplo, con mucha humedad o calor, la experta recomienda usar deshumidificadores o mantener los muebles alejados de fuentes directas de calor.

En conclusión, la diseñadora y arquitecta Carolina Amorós nos invita a mantener nuestro mobiliario con cariño y dedicación: "así como nosotros, los muebles necesitan un ambiente estable y un cuidado habitual para estar en su mejor estado", concluye.