Situada en el idílico enclave de Orós Alto (Biescas) esta vivienda rinde homenaje a la tradición del Pirineo Bajo Aragonés. El proyecto, obra de Patricia Lizalde, utiliza materiales representativos que sirven como hilos conductores a lo largo de los siglos: la robustez de la piedra para la fachada y la calidez atemporal de la madera.
De esta manera, la vivienda abraza la arquitectura típica de la zona, presentando una fachada de piedra que se integra armoniosamente en el paisaje montañoso. "Además, hemos tomado la madera como un elemento esencial, no sólo como material estructural, sino como una expresión auténtica de la conexión entre la arquitectura y la naturaleza circundante", comentan desde el estudio.
Este proyecto no es solo arquitectura, es el resultado de un compromiso continuo con la autenticidad y la conexión con el entorno. Así se estableció una colaboración estrecha con artesanos locales especializados en albañilería y ebanistería, que ayudaba a crear un diálogo armonioso entre la herencia local y la modernidad, entre la piedra y la madera, entre la montaña y la vivienda.
Otra de las decisiones clave en el diseño fue la apertura estratégica de los huecos de la fachada a ventanales más amplios. Esta elección no solo busca maximizar la entrada de luz natural, sino que también crea una conexión visual fluida entre el interior y la naturaleza que abraza la propiedad.
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