Más de una vez hemos pensado en esa preciosísima casita en el bosque como lugar ideal donde perderse. Y automáticamente, nuestra cabeza madura y ya poco dada a la aventura, se pone a enumerar todos y cada uno de los peligros que nos pueden acechar en medio de la nada si aparece quién sabe por ahí. Bien, pues gracias al arquitecto Ludwig Godefroy, ese miedo ha desaparecido. Ha encontrado la fórmula perfecta que se mueve a medio camino entre la idea romántica de cabaña del árbol y una fortaleza que nos proteja de peligros exteriores.
Se llama Casa Alférez y está en la selva mexicana. Él mismo lo resume: "El proyecto de la casa de la cañada Alférez toma su origen en el concepto de una cabaña y la idea romántica de un refugio protector en medio del bosque; una casa aislada buscando parecerse a un objeto que habría sido depositado sobre el suelo, entre los árboles".
Los tres puntos principales de la casa Alférez
Para llevar a cabo esta maravilla, llevó a cabo un diseño que se desarrolla en base a tres puntos principales. "Primero hay que tener en cuenta que el proyecto responde a la idea de una casa aislada en el bosque, sin perder de vista la necesidad de un fuerte sentimiento de seguridad; una casa concebida como caja fuerte, hecha de concreto, que defiende y cuida a sus habitantes", explica Ludwig.
En segundo lugar, valoramos que es el proyecto estructural busca ser lo más compacto posible pero dejando la menor huella posible en la naturaleza, con el fin de evitar una cimentación compleja y costosa debido al fuerte declive que tiene el terreno. "La casa se monta en la pendiente natural, volando entre los pinos sobre su esquina suroeste, y semi-enterrada sobre su esquina opuesta noreste. El proyecto busca recrear el sentimiento de una cabaña suspendida en la topografía natural de su terreno. La estructura expresa un perfecto equilibrio de su cimentación, generando un singular contraste entre el sentimiento de ligereza de una cabaña por un lado, balanceado por el peso de una fortaleza de concreto por el otro".
Y por último, se trataba de hacer crecer la casa en altura. "La finalidad del proyecto ha sido crecer de forma vertical, en vez de horizontal. El crecimiento vertical permite a la casa ir a buscar la luz entre los árboles. La configuración de la casa se desarrolla en semi-niveles alrededor de una doble altura, con ventanas altas y tragaluces en el techo. El volumen alto de su doble altura permite distribuir la luz en todos los espacios interiores, y compensar la pérdida de ventanas en planta baja, que nos protege de cualquier intrusión".