Luminoso, aireado, abierto, moderno y con un efecto minimalista. Estas fueron las palabras con las que el propietario de este piso de 70 metros cuadrados describió cómo se imaginaba su nuevo espacio cuando hizo el encargo a Bonba Studio. Y a fe que los arquitectos lo consiguieron. Una de las claves iniciales para reformar este ático del Eixample de Barcelona fue eliminar las divisiones que impedían que la luz y la ventilación inundase las estancias. Separar las zonas de noche y día priorizando estas últimas fue asimismo un acierto en favor del bienestar del cliente.