En la mexicana bahía de Zihuatanejo, encaramada en rocas azotadas por el Pacífico y cerca de un pequeño faro, Zozaya Arquitectos ha incrustado una obra arquitectónica con estructura de hormigón. Piscina infinita sobre el acantilado, áreas abiertas integradas en el paisaje, materiales locales que definen y armonizan el color y la textura y el savoir faire de los artesanos de la región definen esta casa de vacaciones.
Apropiadamente bautizada como Casa Acantilado, la vivienda emerge de la ladera rocosa como una forma de relieve de piedra pura, de la que salen amplias terrazas y balcones con vistas espectaculares a la costa. Está rematada con un techo que imita la vegetación nativa para camuflarse con el lugar. La madera como elemento natural y el cristal para llenar el interior de luz son dos materiales determinantes de la casa, también el agua gracias a su espectacular piscina infinita.