La idea de una casa de legos es un sueño para niños y adultos, pero siempre ha sido eso; un sueño. Sin embargo, el estudio HAO Design decidió romper la barrera de la imaginación e hizo realidad en Taiwán la Lego Play Pond, un espacio lleno de color y espacios arriesgados con un gran atractivo visual.
La vida en casa ya no tiene que ser monótona y diferenciada, todo es susceptible de convertirse en un espacio para el juego y la diversión. Se presenta con la apariencia de una "isla mágica" que sobrepasa los limites del diseño más formal e invita a recordar quienes fuimos cuando éramos pequeños. Aunque todo el interiorismo juegue con nuestros sentidos gracias al color como hilo conductor, no deja de ser un hogar totalmente funcional.
El sofá circular ocupa gran parte del espacio y se convierte en el protagonista del salón. Evidentemente el aliciente de ser el lugar de descanso y al mismo tiempo piscina de bolas, no deja indiferente a nadie. La versatilidad del espacio se respira por toda la casa, sobre todo en el salón a doble altura, hecho ex profeso para cumplir dos funciones: crear mucho más espacio de almacenamiento sin renunciar al carácter arriesgado y redefinir la forma que tienen las personas de moverse dentro del espacio residencial.
Este piso tiene la capacidad de contar tantas historias como habitantes tiene gracias a la libertad con la que funcionan los elementos decorativos. Todo encaja gracias a la neutralidad de los blancos y los grises que son salpicados por colores fuertes y vibrantes como el azul marino, el naranja o el verde característico de Lego.
Es en el dormitorio principal donde más funciona esta combinación de blancos y colores eléctricos que lejos de ser estridentes, funcionan en completa armonía creando un área de descanso muy juvenil y minimalista. En la cocina ocurre algo muy parecido, pero es el gris el que potencia el naranja del mobiliario, además de la llamativa mesa de comedor hecha como si se tratara de un juego de Lego a tamaño real.
La iluminación convierte este hogar en una cueva llena de rincones eclécticos y cambiantes que te hacen participe del hogar con una concepción inusual en el que se ha pensando obviamente en los más pequeños de la casa, pero sin prescindir de la sencillez del diseño. Quizás este sea el equilibrio perfecto hecho casa pues como bien ya dijo Nietzsche “la madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño”.