Sorolla no podría haberlo descrito mejor tras su primera visita en 1896: "Xàbia tiene todo lo que deseo y más. Si vieras lo que tengo delante de mi casita no darías con las palabras para enaltecerlo. Yo enmudezco de la emoción que aún me domina. Imagínate que mi hogar está situado en el mismo Montecarlo. Esto es una locura de sueño, el mismo efecto que si viviera dentro del mar, a bordo de un gran buque (...) Es el sitio que siempre soñé. Mar y montaña, pero qué mar". En este punto del mapa, en la localidad costera de Jávea (Alicante), a dos kilómetros de Cala Blanca, el estudio valenciano CU4 arquitectura, en colaboración con Stef Rogiers, ha diseñado y ejecutado una vivienda unifamiliar en una parcela de mil metros cuadrados que abraza el exterior a partir de tres terrazas rodeadas de la naturaleza circundante.

"La vivienda en forma de L favorece la iluminación y la ventilación cruzada, conectando así el interior y el exterior de manera fluida", explican los arquitectos que han diseñado el proyecto partiendo de un juego de alturas entre los diferentes niveles de la parcela, que desciende por la ladera del terreno desde la calle principal, que da acceso a la vivienda tanto a pie como en coche.

 

 

"El proyecto se enfoca como una segunda residencia familiar en la Costa Blanca. Para los clientes era muy importante poder disfrutar de la vida al aire libre y del clima mediterráneo al máximo. Por eso, se planteó una vivienda abierta al exterior en todas sus estancias. Por la parte trasera, que da a la calle, se ha instalado una celosía que favorece la privacidad en todo momento", dice Anna Ferrer de CU4 arquitectura.