Que el año pasado Cristiano Ronaldo firmara un contrato con el equipo saudí Al Nasr FC por el que cobrará 2.000 millones de euros por temporada, hasta 2023, implica que el futbolista haya tenido que hacer las maletas y mudarse. El delantero, que recibirá unos 547.000 euros al día, se ha traslado con su pareja, Georgina Rodríguez y sus cinco hijos, a Arabia Saudí. Ya hablamos hace poco de la mansión portuguesa en la que el futbolista se gastó 21 millones. Con este nuevo movimiento, estará un poco más lejos pero seguro que la disfruta en su tiempo de descanso. Ahora, veamos cómo será su nueva vida en esta nueva localización. ¿Dónde está viviendo?
Mientras busca una casa en la que instalarse con su familia, el futbolista se ha instalado temporalmente en Kingdom Tower, el quinto rascacielos más alto de Arabia Saudí, donde se encuentra el lujoso hotel Four Season, en el que CR7 dispone de dos pisos con 17 habitaciones para el delantero y su séquito, según ha desvelado el periódico británico Daily Mail.
A través del documental de Netflix centrado en la pareja del portugués, se sabe que la familia siempre viaja rodeada de una gran séquito, donde, además del personal de seguridad, se incluyen familiares y amigos. Aunque en la página web del hotel no es posible saber el precio exacto de esas habitaciones, el Daily Mail asegura que la factura por un mes podría ascender a 285.000 euros.
La nueva residencia transitoria de la pareja cuenta con unas inmejorables vistas de la capital saudí, así como con todo tipo de lujos: spa, sauna, gimnasio y varios restaurantes de comida internacional. Aunque, según publica el mismo periódico, es probable que Ronaldo y su familia se trasladen en unas semanas a una mansión de uno de los barrios más prestigiosos de la ciudad, muy cerca del estadio del Al Nassr, y cuentan, además, con una gran cantidad de zonas privadas. Algunos medios apuntan a una lujosa propiedad que se encuentra a la venta por casi 14 millones de euros y que tiene ocho habitaciones, una piscina olímpica, así como tres villas adicionales.
¿Cumplirá también aquí Georgina sus cuatro normas decorativas imprescindibles? Espacio no le falta para conseguirlo.