No es difícil imaginar a algunos de los mayores arquitectos y diseñadores de la historia sosteniendo una copa mientras trabajaban en sus diseños. De Charles Eames se sabe que le gustaba disfrutar del vino, que Wright tenía predilección por las variedades locales y que Le Corbusier se dejaba influenciar por sus experiencias gastronómicas.

No es de extrañar, pues para todos ellos el diseño era también una forma de expresar sus pasiones personales, incluyendo en cada caso su gusto por los vinos y licores. Y tal como vimos en este artículo, algunos también se entregaron a la labor de diseñar vajillas y cristalerías. De lo que se trata, en todo caso, es de buscar la belleza sobre la mesa.

10 copas para expresar tu espíritu más festivo

No es el objetivo de este artículo hacer un repaso de los gustos etílicos de los diseñadores, ni de las aportaciones que hicieron al mundo enológico. Sí de buscar aquellas piezas de cristalería que pudieran haberse dispuesto en sus mesas, por elegancia, belleza o transgresión estética. Copas que podrían elevar el nivel decorativo de nuestra mesa durante las próximas fiestas.

Mezclar cristalerías, cuestión de estilo

Mesa con copas

Incluso apostando por un único color, garantizas la armonía en la mesa

Westwing

A nadie le cabe duda que, al igual que en cualquier proyecto de interiorismo, la armonía y el equilibrio son fundamentales a la hora de disponer una mesa. Eso incluye la cristalería, donde al igual que ocurre con la vajilla, su función es la de conceder todo el protagonismo a los caldos y licores y permitir disfrutar de ellos en todo su esplendor.

Esto nos lleva al uso de familias de cristalería donde vasos y copas siguen un mismo estilo de diseño, para garantizar esa armonía visual y evitar que la mesa quede recargada y confusa estéticamente. Pero ojo, eso nos puede llevar a caer en la monotonía de las piezas fabricadas en grandes series.

Copas de cocteles

¿Y escoger las copas a juego con la paleta de la casa?

Westwing

Cuando se trata de una celebración personal, con nuestra familia y amigos, la preparación de la mesa y el servicio en sí mismo debe tomarse como un momento de placer y disfrute, en el que poder jugar con las formas y colores de la cristalería.

Por eso, no debemos tener reparos en mezclar cristalerías, tratando, eso sí, que sea el mismo juego en cada servicio. Pero alegrarles la recepción a los comensales con un color alegre, o sorprenderles en los postres con un diseño especialmente excéntrico, lo recordarán toda la vida.

* Precios actualizados a 22 de octubre de 2024

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