Si entramos en la web de Plantea sorprende no ver el nombre de sus fundadores. Son los hermanos Lorenzo y Luis Gil, arquitectos e hijos de arquitecto que entienden su oficio como una labor de equipo, aunque, como dicen, "en los equipos hay distintas posiciones de juego. Lo más importante es reconocer lo que mejor sabe hacer cada uno y colocarlo en el lugar adecuado". Para ellos y sus colaboradores, la arquitectura debe ser un servicio público, con la responsabilidad de hacer lo mejor para el cliente y para cada función: "Si los arquitectos fuéramos menos artistas, menos atentos a la 'novedad' y a nosotros mismos, estaríamos mejor valorados".

Para gente real

Preguntados sobre qué les diferencia de otros estudios, afirman que, aunque les falta perspectiva, tal vez la diferencia es que para Plantea "lo importante es que el habitante no se dé cuenta de que hay un arquitecto detrás y se encuentre bien acogido. Quitarnos de en medio y hacer lugares reales para gente real". Sobre su futuro se proponen "trabajar para personas que nos busquen porque les interesa lo que han visto de nosotros, y entonces será más fácil el proceso para llegar a proyectos más completos. Y seguir trabajando con presión y sin dinero, que es como salen bien las cosas". Al otro lado del star system.