El horror vacui que busca el relleno de todo vacío brilla por su ausencia en este espacio creado por Mesura para acoger Vasto Gallery, una hibridación entre galería de arte y espacio doméstico que pone en valor un antiguo edificio industrial en el barrio de Poblenou, en Barcelona, y que solo se visita con cita previa.
El estudio de arquitectura ha ideado un espacio diáfano, con grandes ventanales y planta abierta, donde destacan dos filas de columnas de acero y el peculiar tratamiento del techo no pasa inadvertido. "Reproduce las técnicas constructivas locales desarrolladas durante el siglo XIX por el arquitecto catalán Joan Torras, que introdujo vigas reforzadas por un núcleo cerámico y forma abovedada", dicen.
Para su dueña, la galerista Carmen Riestra, "el reto era convertir una nave en hogar y encontrar el equilibrio con nuestro estilo de vida. Nos gusta el cambio y convivimos muy bien con la rotación de piezas, tanto de diseño como de arte, en función de los artistas con los que trabajemos o la exposición que haya en cada momento".
Luminoso, amplio y con la estructura distintiva de las bóvedas cerámicas a modo de costillas, el proyecto “sigue la sencilla premisa de reducir al mínimo las divisiones espaciales”, según el estudio. Mesura ha ideado un interiorismo que juega a una vaguedad intencionada y crea una intersección entre lo privado y lo público como "una constelación de objeto", dicen.
Los nueve objetos que han puesto en órbita son un núcleo de madera exento de paredes y techo, con ducha, vestidor y aseo, que separa el estar del espacio expositivo; una barra de cocina de 8 metros en acero y una mesa de 6 metros enfrente, que son los únicos tres elementos fijos. A estos se unen la bañera y el lavabo, fabricados in situ; más la estantería baja, que hace las veces de cabecero; un mueble para guardar obra gráfica y dos piezas en el límite entre arte y diseño, a saber, unos taburetes Puzzle en azul, de Max Enrich, y una mesa baja de café de Sara Regal.
Esta última "es fruto del trabajo triangular de Mesura, Vasto y su autora, la primera artista residente a la que invitamos a crear con derribos de la construcción y que va a exponer 16 obras realizadas site specific a finales de septiembre", dice la galerista. Esos satélites "emergen como acentos de color y forma, tejiendo una identidad cohesiva y contemporánea en todo el proyecto, dirigiendo la atención hacia las piezas y las obras de arte", indican los arquitectos.