El pastel de la arquitectura prefabricada residencial es demasiado apetitoso para que gigantes de la distribución, la decoración o la tecnología lo dejen exclusivamente en manos de empresas especializadas.
Hay varios factores que explican por qué grandes compañías se han fijado en este sector: en primer lugar, su potencial de crecimiento en un contexto económico y social que demanda viviendas más asequibles y métodos de construcción más eficientes y menos perjudiciales con el planeta.
Por otro lado, el esfuerzo logístico que implica producir casas en factoría y enviarlas "empaquetadas" a su destino final, asunto en que estas grandes corporaciones tienen indudablemente una ventaja por las economías de escala que pueden establecer; es decir, la reducción de costes proporcional al incremento de su volumen de negocio y el escalonamiento de los gastos fijos.
Un ejemplo son los proyectos de IKEA o Amazon, dos titanes de la distribución que dominan como pocos el proceso de empaquetar productos y enviarlos al último rincón del globo. Solo era cuestión de tiempo que la firma sueca de decoración se adentrara en las casas prefabricadas: ¿por qué no ofrecer también el continente para su vasta oferta de contenido? La propuesta de IKEA va enfocada a las mini casas transportables, que pueden remolcarse con un vehículo. Su interior es un escaparate compacto de las soluciones multifuncionales que la empresa ofrece para los hogares convencionales; sin olvidar, por supuesto, el componente de sostenibilidad.
Tampoco el referente por excelencia del comercio electrónico, Amazon, podía desdeñar la posibilidad de vender a través de su página casas prefabricadas, listas para ser montadas por los manitas más avezados. La firma lanzó una línea de construcción modular de madera, Allwood, que causó furor hasta el punto de que su oferta se ha agotado temporalmente. Pero es que además la compañía ha apostado por colaborar con firmas especializadas como Plant Prefab para producir y comercializar casas prefabricadas de autor.
No es el único proyecto de arquitectura modular en el que Amazon está implicado, aunque en este caso su inversión la comparte con otro gigante tecnológico, Google. Ambas firmas apoyan a la start up Factory OS, una empresa con sede en California fundada en 2017 que impulsa la eficiencia en la construcción de viviendas multifamiliares hasta un 40% más económicas que las convencionales gracias a la tecnología y a la reducción de los desperdicios en el lugar de trabajo.
Si el concepto de casa prefabricada va indisolublemente asociado al de eficiencia energética e innovación, es normal que otro peso pesado de la tecnología como Panasonic también esté interesado en este campo. De hecho, la firma japonesa creó ya en 1963 la empresa Panasonic Homes con el objetivo de proporcionar al consumidor nipón vivienda de calidad, asequible y proyectada al futuro. A su amplio catálogo de proyectos residenciales ha añadido recientemente una casa modular con estructura monocasco resistente a fuerzas externas como tifones y terremotos.
Para una empresa que aboga por la sencillez y la funcionalidad en sus diseños para la casa como la también japonesa Muji resultaba también natural adentrarse en el mundo de la arquitectura modular. El nombre de su modelo, Yō no Ie, "casa sencilla" en japonés, una vivienda de madera resuelta en una sola planta y con un amplio porche incluido, es toda una declaración de principios de la filosofía que inspira el proyecto de la marca nipona.
Y si alguien pensaba que esto de las casas prefabricadas es flor de un día, o un sector de corto recorrido, que se lo pregunten a Warren Buffet. El inversor multimillonario también se ha apuntado al fenómeno con un proyecto liderado por la empresa MiTek, propiedad de Berkshire Hathaway, la sociedad matriz de los negocios del magnate estadounidense, en colaboración con el estudio Danny Forster & Architecture para desarrollar la construcción modular.
Finalmente, la apuesta de grandes marcas por la arquitectura modular también ha encontrado eco en nuestro país. Ahí está el ejemplo de Mercadona. Su fundador y presidente, Juan Roig, creó Lanzadera, una aceleradora e incubadora de empresas para proyectos innovadores, algunos en el ámbito de la arquitectura. Uno de ellos es Onarc, una start up que ha diseñado la cabaña modular de madera Liten a un precio muy competitivo, desde 39.000 euros.