Ya está a la venta el número de marzo de Arquitectura y Diseño, donde las casas prefabricadas se convierten en las protagonistas de varias páginas. Según datos del Banco de España, en nuestro país existe un déficit de 600.000 viviendas. Revertir esa situación con un modelo constructivo tradicional cuesta tiempo, porque las obras llevan su ritmo determinado, desde que se crean los cimientos hasta que se corona la cubierta y se rematan los acabados interiores. En cambio, la arquitectura industrializada ofrece la ventaja de levantar casas y edificios en apenas unas pocas semanas gracias a la realización de la estructura en el entorno controlado y eficiente de una factoría.
Sin embargo, España sigue siendo culturalmente reacia a este tipo de construcción, muy arraigada en otras latitudes de Europa. Apenas el 2 % de las construcciones son industrializadas aquí, cuando en otros países como Alemania o los países escandinavos ya suponen el 20 % del parque de edificaciones. Influidos quizá por una tradición mediterránea que ha "ensalzado" los materiales pesados como la piedra y el ladrillo cerámico y una forma de construir artesanal que prácticamente no ha cambiado en miles de años, tendemos a asociar las casas prefabricadas con modelos tipo bungaló de camping de factura sencilla.
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Vivienda modular de madera del Sistema 02, de Leckie Studio para Backcountry Hut.
Cortesína Backcountry Hut
A pesar de esta reticencia, unas cuantas empresas españolas han apostado en los últimos años por la arquitectura industrializada, demostrando con su práctica que es posible crear casas prefabricadas cuyo estilo y espectacularidad no tiene nada que envidiar a las de toda la vida. Y que, además de la rapidez de ejecución, aportan otros valores importantes, como un uso más responsable de los recursos y una mayor eficiencia energética, contribuyendo así a la descarbonización del sector de la construcción.
Proyectos a medida
En la actualidad se utilizan dos tipos de arquitectura prefabricada: mediante elementos bidimensionales –paneles que se producen en fábrica y se ensamblan en la parcela para crear la volumetría final– o con módulos tridimensionales, que pueden resolver en sí mismos toda la vivienda o combinarse entre ellos para crear asimismo la forma definitiva de la construcción.
The Concrete Home, empresa que opera en el área de Madrid, Cataluña y Andalucía, es un ejemplo del primer modelo, en este caso con hormigón. Según su cofundador y chief operating officer (COO), Álvaro García, lo eligieron porque les permite dirigirse a un cliente de alto poder adquisitivo que busca un proyecto completamente a medida. “Nuestro sistema se basa en un muro prefabricado de 12 a 20 cm de espesor, más el aislamiento interior, con el que se consigue una elevada rigidez y se acorta mucho la realización de la parte estructural de la vivienda, que es la que lleva más tiempo. Excepto el movimiento de tierras y la cimentación, que dependen del terreno, damos al cliente un proyecto completamente cerrado por contrato, incluyendo todos los trabajos interiores. Tenemos todo completamente estudiado antes de empezar, de manera que así evitamos imprevistos durante la obra”.
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Casa de las Terrazas Circulares en São Paulo, de Denis Joelson Arquiteto, con estructura prefabricada de madera.
Pedro Kok
Apuesta sostenible
El mismo modelo 2D, pero con madera, es el que emplea Arquima. Su responsable del área de Marketing y Ventas, el arquitecto Stefano Carlo Ascione, considera que es el que más reduce el impacto ambiental en la fase de transporte, teniendo en cuenta que a partir de 2030 será obligatorio por normativa europea el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) en el diseño y construcción de edificios. “Nosotros trabajamos con dos sistemas: entramado y madera contralaminada (CLT). El primero es más ligero, y el segundo lo utilizamos para forjados y grandes luces, pero en gran parte usamos la primera opción porque emplea menos material, y por lo tanto genera menos impacto ambiental”.
Contra los que piensan que la madera no es un material con tradición constructiva en España, defiende que cada vez hay más disponibilidad de ella en nuestro país. “Hasta hace poco había que adquirirla en Francia o en Austria, pero cada año que pasa aumenta el número de aserraderos y productos nacionales. La industria maderera española está en auge”.
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Proyecto de Arquima en Valldemosa (Mallorca) en colaboración con Isla Arquitectos, con entramado ligero de madera acabado por dentro con enlucido de yeso y suelos de cemento.
Stefano Carlo Ascione
Proyectos escalables
En cambio, la valenciana InHAUS ha optado por la industrialización con módulos tridimensionales de hormigón y acero. Para su cofundador y gerente, Rubén Navarro, se trata de una cuestión de escalabilidad: “Con el 3D llevas el producto prácticamente hecho, al 95 % –incluyendo los acabados y el equipamiento interior–, a falta de la cimentación y las conexiones finales, con lo cual no dependes de lo que ocurra en destino”.
En cuanto a la logística de este modelo, a priori más compleja que la prefabricación 2D, añade que “hace diez años transportar módulos de 30 toneladas era relativamente complicado, porque no había camiones ni grúas capaces. Pero gracias a la expansión de la energía eólica, que implica el traslado y la instalación de elementos de gran tamaño, ese problema hoy en día no existe, más allá de la limitación física de que un módulo de 4 a 5 metros de ancho necesite pasar por una calle con la suficiente amplitud. Además, la construcción modular tiene otra ventaja en sitios con orografía compleja, porque no son necesarios complicados andamiajes para levantar la estructura”.
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Casa de InHAUS en Sotogrande, Cádiz, de módulos de hormigón.
Eugeni Pons
¿Cómo se financia una casa prefabricada?
Barreras culturales aparte, la mayoría señala la actual Ley Hipotecaria, vigente desde 1954 y que no contempla este tipo de construcción, como principal obstáculo para su despliegue. “Hasta ahora, los bancos no financiaban viviendas modulares porque al final son construcciones que se hacen en fábrica, y un banco lo que quiere ver es cómo se ejecuta la vivienda en la parcela como garantía para conceder el préstamo”, comenta Álvaro García. Según Rubén Navarro y Stefano Carlo Ascione, existen fórmulas de financiación alternativas a la hipoteca común, como la obtención de avales.“Estas fórmulas a menudo te las facilita la propia entidad con la que el cliente constituye el préstamo”, señala el gerente de InHAUS. Pero, como afirma Stefano, “la idea –en la que parece que ya está trabajando el Gobierno– es modificar la ley de forma que pueda constituirse una hipoteca sobre el conjunto de módulos móviles destinados a ser ensamblados e incorporados como edificación unitaria a un inmueble, aunque estén temporalmente off-site”.
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Vivienda modular de Koto Design.
Cortesía Koto Design