Relativamente poco comunes, las paredes curvas son sorprendentes y añaden sensación de bienestar a cualquier espacio. En todo caso, se debe tener un objetivo claro a la hora de diseñarlas y, como explica la arquitecta Laura Ortín, hay que saber acompañarlas de otros recursos para sacarles todo el partido posible y que “añadan bienestar”. Charlamos con ella sobre las ventajas de las paredes curvas, que aportan en cualquier interior y cómo decorarlas.

En la casa MO, en Murcia, las curvas definen todos los ambientes
David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness
- Son poco comunes, pero las paredes curvas aportan originalidad a cualquier interior y lo suavizan, generando sensación de bienestar y calidez. ¿Estás de acuerdo?
“Efectivamente, la curva en arquitectura es un recurso que aporta multitud de ventajas. Podríamos hablar de ello a diferentes niveles. A nivel fisiológico, por ejemplo, ayudan a suavizar transiciones y realizar recorridos más fluidos. A nivel psicoemocional, evitan picos o superficies ‘afiladas’ y eso hace que nuestro cerebro esté en calma y, por lo tanto, que seamos más felices”.
- ¿Y qué otras cosas aportan las paredes curvas en un interior?
“Las curvas también son un recurso estupendo para optimizar los espacios; sobre todo los pequeños. Nuestra visión espacial es ortogonal; es decir, estamos habituados a controlar los espacios en ejes cartesianos. Cuando un espacio lo curvamos perdemos esa relación XYZ y, por ello, lo percibimos más amplio porque no somos capaces de entender un final. Además, muchos de los espacios que habitamos no necesitan esquinas desaprovechadas y una reforma puede darte más espacio útil utilizando tabiquería curva”.
- ¿Dirías que con el mayor interés por espacios que nos hagan sentir bien, que sean más naturales y orgánicos, las paredes curvas están de moda?
“Creo que no va a ser una moda, sino un recurso más en arquitectura para mejorar el bienestar de las personas. Según lo que quieras conseguir, se utilizan unos recursos u otros. De hecho veo muchas veces el uso de la curva sin un objetivo claro; sin saber muy bien por qué y solo por moda. Si se usa de una manera sensata, la curva facilita mucho el conseguir arquitecturas para el bienestar. Pero ¡cuidado!, hay que acompañarla de más recursos que añadan capas de bienestar”.

Casa Almez. Proyecto: Laura Ortín
David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness
- Cuando diseñas paredes curvas, como ya has hecho en proyectos como Curvy, Almez, Flow o Alma: ¿con qué intención lo haces?
“El común denominador de esos proyectos es aumentar la percepción espacial, transiciones suaves y que la casa sea una agente cuidador. Con esto último me refiero a la sensación de abrazo, de acogida, de espacio suave, seguro y blando, que es algo que en una vivienda es fundamental para ser feliz”.
- Un reto obvio a la hora de sacar partido a las paredes curvas es que el mobiliario estándar no se acopla a ellas, dando lugar a huecos extraños o espacios desaprovechados. ¿Cómo solucionas este problema?
“A lo largo de mi carrera he aprendido a diseñar mobiliario acoplado a las curvas cuya fabricación no encarezca significativamente el proyecto, ya que realizar mobiliario curvo es caro por los formeros (moldes) necesarios. Una solución sencilla para organizar el mobiliario ‘estándar’ en una pared curva es colocarlo de manera radial o simplemente aceptar esos muebles como objetos apoyados”.

En Flow, este piso de 80 metros cuadrados en Murcia, la arquitecta Laura Ortín también ha diseñado paredes y armarios curvos
David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness
- ¿Es compatible una pared curva con colgar cuadros o algún otro elemento decorativo? ¿Hay alguna forma que te guste de sacarles partido decorativo?
“Me parece que una pared curva con alguna textura es mejor, ya que su geometría ayuda a tener distintos matices a lo largo del ciclo circadiano. También es más sensual y emocionante. En cuanto a los cuadros, no son problema. Incluso poner una estantería tipo peana puede ser una solución imaginativa y original”.
- Específicamente, ¿cómo recomendarías sacarle partido a una pared curva en un dormitorio?
“Hay un recurso muy interesante, que es realizar un cabecero que convierta la curva en recta para acoplar la cama y que haga las veces de mesillas de noche. Los mecanismos siempre en vertical. En cuanto a las puertas, no es necesario que sean curvas (son muy caras) puedes colocar las brencas más profundas para absorber la curva o, por ejemplo, poner puertas enrasadas”.