Quienes vienen de turismo a Madrid rara vez incluyen en su itinerario un pequeño parque que bien merece una visita: El Capricho. A tiro de piedra del parque Juan Carlos I, el segundo más grande de la capital, hace tiempo que esta pequeña joya en el barrio de Alameda de Osuna, que solo abre fines de semana y festivos, ha dejado de ser la gran desconocida que describen muchos artículos. No solo se puede encontrar ya mucha información sobre El Capricho, sino que también se puede disfrutar de visitas guiadas organizadas por el ayuntamiento. Pocos madrileños quedan ya a los que no les suene este parque: un lugar con una arquitectura interesante y jardines de varios estilos, que es sitio habitual de paseo de quienes viven en los barrios de Barajas, Alameda de Osuna o Canillejas.

Casa de La Vieja en El Capricho. El parque está reconocido como Bien de Interés Cultural

Casa de La Vieja en El Capricho. El parque está reconocido como Bien de Interés Cultural

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El Capricho: un parque con una larga e interesante historia

El parque está ahora muy cerca de la parada de metro de El Capricho y de la de Alameda de Osuna, pero antes de la prolongación de la línea 5 de Metro en 2006 hasta aquí, el acceso no era particularmente sencillo. Hacia finales de los 80 y principios de los 90, el Ayuntamiento de Madrid (su propietario desde 1974) lo cerró varios años y lo fue restaurando. Muchos de los que acudíamos a él a habitualmente a pasear o a correr lo lamentamos, aunque ciertamente su aspecto estaba cada vez más deteriorado.

Lago del parque de El Capricho. A la derecha está la Casa de cañas. A la izquierda, el monumento al III duque de Osuna

Lago del parque de El Capricho. A la derecha está la Casa de cañas. A la izquierda, el monumento al III duque de Osuna

CC BY-SA 4.0 / Wikimedia Commons

En un breve vistazo a su historia, El Capricho se empezó a construir en 1785 por orden de los Duques de Osuna; específicamente de la duquesa María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel: una de las nobles más importantes de finales del XVIII y principios del XIX y reconocida mecenas artística.

Uno de los jardines de El Capricho

Uno de los jardines de El Capricho

Jesus Moral Nuez / Flickr

La duquesa encargó este pequeño paraíso a algunos de los jardineros más importantes de la época, entre ellos Pablo Boutelou, autor del primer proyecto. Estas primeras obras se prolongaron durante alrededor de medio siglo hasta el fallecimiento de la duquesa. Después, sus herederos continuaron transformando el parque y añadiendo diferentes elementos. El parque va cambiando de manos hasta que Gustavo Bauer, político y empresario representante en España de la banca Rothschild, lo adquiere en 1900 y lo mantiene hasta que en 1936 empieza la Guerra Civil; cuando los republicanos lo requisan para instalar allí el mando de los ejércitos de la región central.

Templete de Baco en el parque de El Capricho, Madrid

Templete de Baco en el parque de El Capricho, Madrid

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Del parque, que cuenta con diferentes estilos de jardines, edificios, esculturas y fuentes repartidas en sus 14 hectáreas, destaca lo que se conoce como ‘los caprichos’: varios edificios construidos a finales del s. XVIII entre los que están la Ermita o la Casa de la Vieja, donde Goya pudo haber trabajado en algunos de los cuadros que le encargó la duquesa. Además, no hay que dejar de ver el Puente de Hierro o el Templete de Baco, en lo alto de una colina de césped impoluto, que están entre los lugares más ‘instagrameados’ de El Capricho.

Finalmente, cabe destacar que, tras haber pasado por varias fases de rehabilitación que han costado alrededor de 7 millones de euros, el palacio abrirá en el segundo semestre de 2025 como museo dedicado a la historia y el arte de los s. XVIII y XIX en "una superficie construida de 2.489,30 m2 distribuidos en tres plantas", según se informa en la web de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano del Ayuntamiento de Madrid.

Entrada al 'búnker de Miaja', al que se organizan esporádicas visitas guiadas

Entrada al 'búnker de Miaja', desde donde el general José Miaja organizó la defensa de Madrid frente al bando sublevado y al que se organizan esporádicas visitas guiadas

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El ‘búnker de Miaja’. En El Capricho estuvo el Cuartel General del Ejército Republicano

Como decíamos antes, El Capricho es parte importante de la historia de España. Aquí estuvo el ‘búnker de Miaja’, desde donde el general republicano José Miaja comandó el Cuartel General del Ejército Republicano del Centro que dirigió la defensa de Madrid frente al bando sublevado. El refugio, que en total cuenta con unos 2.000 metros cuadrados y está muy bien conservado, solo se puede ver en alguna de las (escasas) visitas organizadas por el ayuntamiento cada año.