En las redes sociales no se habla de otra cosa: el inminente final de la cuarta y última temporada de la aclamada serie de HBO, Succession, uno de los tv shows con las casas mejor decoradas de los últimos años. Para quien todavía no haya caído rendido a los singulares encantos de la familia Roy, que despierta fascinación y repugnancia a partes iguales entre sus seguidores (y sin ánimo de hacer spoilers) les daremos algunos datos sobre la trama. De alguna forma tienen nuestros lectores que entender el por qué de semejante despliegue inmobiliario.
Por un lado, está la figura paterna, encarnada por el despiadado magnate de las telecomunicaciones Logan Roy, el jefe de todo, ya saben, un inmigrante irlandés hecho a sí mismo que se codea con los hombres más poderosos del mundo. Por otro, están sus cuatro hijos, los hermanos Roy: Kendall, Connor, Shiobhan y Roman, herederos —en teoría— de un conglomerado mundial de medios de comunicación y entretenimiento conocido como Waystar Royco. El conflicto, a grandes rasgos, se lo pueden imaginar: una lucha encarnizada por el dominio de la empresa familiar tras el deterioro de la salud del todopoderoso padre. Y hasta aquí podemos leer.
No sabemos cuál es el secreto de la serie para tener tantos, tantísimos fans pegados a la pantalla, pero algo debe tener cuando ha sido galardonada con numerosos premios: el Globo de Oro y el Primetime Emmy a la mejor serie dramática en 2020 y 2022. Además, ha obtenido en total otros 24 premios Emmy, incluido el de mejor actor principal para Jeremy Strong, que interpreta a Kendall Roy. Quédense con este nombre, porque es posible que no puedan quedarse con su casa en la serie, por mucho que se haya puesto a la venta recientemente por una cifra nada asequible para la mayoría de los mortales.
La casa de Kendall Roy de Succession, a la venta por casi 27 millones de euros
No hay cosa más triste que un rico triste. Bueno, o no. Pero sin duda, esta es una de las lecciones que hemos aprendido en Succession (aunque ya era algo que todos sabíamos desde que otra serie, en 1979, nos enseñó aquello de que "Los ricos también lloran"). A decir verdad, llorar lo que se dice llorar, los Roy lloran poco, pero cuando lo hacen, les da por hacerlo en unos casoplones dignos de admiración. Y es que la serie está rodada en su mayor parte en Nueva York, donde las facciones rivales de la familia protagonista viven en opulentos triplex a ambos lados de Central Park.
Kendall Roy. Uno de los personajes con más aristas, pero posiblemente también el más "llorica", un pobre diablo obsesionado con el poder y con su padre. Precisamente cuando la última temporada está a punto de concluir, la casa de Kendall Roy en Manhattan (en el cruce de la 180 Este con la 88), un ático de tres plantas en la última planta de la torre más alta al norte de la calle 72, con cinco dormitorios y 1.500 metros cuadrados, se ha puesto a la venta por 29 millones de dólares, 26,7 millones de euros de nada.
Con vistas a Central Park, la casa de Kendall Roy en "Succession" es de una estética contemporánea lujosa pero minimalista, con paredes blancas brillantes, mucho cristal y detalles en dorado como sus collares cuando se pone a rapear. Una impresionante escalera de caracol conecta los tres niveles, que cuentan con altísimos techos de 5 metros. Y para vivir como un auténtico Roy (los fans de la serie sabrán por qué), la casa tiene un ascensor privado con paredes de cristal y vistas a Central Park, por si no les convence eso de tener que subir y bajar por la escultural escalera. En caso de que los metros de la casa les supieran a poco, hay un añadido, nada desdeñable: otros 1.000 metros cuadrados de espacio al aire libre que incluyen una fabulosa terraza en la azotea con chimenea de gas, sofás, y espectaculares vistas de la ciudad y del parque, además de múltiples terrazas más pequeñas para poder conspirar con amigos, socios o familiares, eso sí, en petit comité. Los elementos de diseño, cuidadosamente elegidos, incluyen lámparas de araña doradas, accesorios de latón natural de Fantini, coffee tables del diseñador canadiense Loïc Bard, una cocina personalizada de Molteni & C con una majestuosa isla central y encimeras de mármol Statuario, y en fin, todo lujo de comodidades y confort necesarios para ser un nepo boy como Kendall.