1772 en Reims, Francia. Se funda la maison de champán Veuve Clicquot, caracterizada por su emblemático amarillo, da color y llena la vida de audacia y alegría de vivir. Madame Clicquot, la mujer audaz e innovadora, conocida como la gran dama de la Champagne, tomó las riendas de la maison en 1805 convirtiéndose en una de las primeras empresarias de la historia. Cultivó una cultura de excelencia e instauró como leit motif de la maison "solo una calidad, la mejor". Su pasión, visión y sentido innato del “art de vivre a la française” residen hoy en la firma que lleva su nombre.
De hecho, Madame Clicquot sentenciaba: “Nuestros vinos deben ser tentadores tanto para el paladar como para la vista”.