Corría 1987 cuando la firma de calzado y moda deportiva estadounidense Nike lanzó al mercado un modelo que no solamente marcaría una época, sino que también se convertiría en unos de sus buques insignia hasta el día de hoy: las Air Max. Más de 30 años después de que llegasen a las tiendas muchos son los coleccionistas que no dudan en gastarse el dinero que haga falta por un par de estos clásicos, cuya principal característica radica en una innovadora cámara de aire creada por Frank Rudy, un ingeniero aeroespacial que abandonó su carrera en la NASA para revolucionar el calzado a nivel mundial. Ante tal innovación Tinker Hatfield, uno de los diseñadores estrella de la marca, decidió que dicha cámara de aire tenía que ser visible a modo de reclamo estético. Y el resto, como ya saben, es historia.
Las Air Max se actualizan prácticamente cada año con nuevos colores. Sin embargo, lo que pocos podían imaginarse es que, en el caso de las Air Max 270 React, Nike se decantara por reivindicar directamente y sin complejos el mundo del arte y el diseño mediante cuatro corrientes estéticas: Bauhaus, Op-Art, Mid-Century Art y American Modern Art.
La escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada por Walter Gropius cuenta con unas deportivas en las que se representan los cromatismos que la hicieron célebre: rojo, amarillo, negro, verde y una cámara de aire en azul. La Op-Art, por su parte, homenajea al arte visual abstracto que hizo uso de las ilusiones ópticas tras la Segunda Guerra Mundial con un modelo monocromático en el que el negro y el blanco lo acaparan todo. La Mid-Century Art se vale del beige, el blanco y el naranja con tintes salmón (¿o era living coral?) para rendir tributo al arte de mediados del siglo XX. Y, por último, la bautizada como American Modern Art hace lo propio con el blanco, el rosa y el azul en su suela. Estamos seguros de que pocas veces te has podido calzar con tanto arte.