Independientemente del estilo que tengan, todos los interioristas coinciden al asegurar que todos los detalles cuentan. Cuando se trata de vestir nuestras viviendas hay un sinfín de elementos que, a simple vista, pueden parecer insignificantes, pero que tienen el poder de transformar un espacio por completo. Entre ellos están los tiradores y pomos. Aunque suelen ser pequeños y tienden a pasar desapercibidos para el ojo no entrenado, juegan un papel crucial no solo en la funcionalidad diaria, sino en la estética de nuestra casa.
Si acabas de darte cuenta de que los tiradores y pomos que te rodean no son de tu gusto, entonces es que ha llegado el momento de que estos detalles aparentemente simples se conviertan en piezas clave con las que dar carácter, estilo y practicidad a tu casa.
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Ante todo, funcionales
A pesar de ser de tamaño pequeño, los tiradores y pomos son, ante todo, herramientas funcionales. A lo largo del día, las puertas, cajones y armarios se abren y cierran continuamente, por lo que es esencial que estos elementos sean cómodos de usar. Un pomo o tirador mal diseñado, puede convertirse en una molestia diaria y, por el contrario, uno bien pensado, que permita un agarre cómodo, facilita el uso de cualquier mueble y contribuye a la fluidez del movimiento en el hogar.
Los tiradores de diseño ergonómico, que permiten un buen agarre sin esfuerzo, facilitan el día a día. Y a la oferta disponible se han sumado sistemas más innovadores, como los tiradores ocultos que se integran en las puertas o cajones y están ganando popularidad por su funcionalidad y estética limpia.
Un toque estético fundamental
Además de su incuestionable funcionalidad, los tiradores y pomos tienen el poder de aportar el toque final a un mueble o a una puerta y pueden marcar la diferencia entre una pieza de mobiliario común y una que se destaca en el diseño de un espacio. Estos elementos pueden ser el punto de contraste que rompe la uniformidad de un mueble o, por el contrario, pueden integrarse de forma tan discreta que casi se vuelve invisible. La elección del tirador correcto puede hacer que una cocina minimalista se vea aún más moderna, o que un baño de estilo rústico se sienta acogedor y elegante.
Los estilos de tiradores varían según el ambiente que se desee crear. Por ejemplo, para un estilo industrial, decantarse por piezas metálicas envejecidas o de tubería pueden aportar la robustez que caracteriza este estilo. En cambio, para una decoración más relajada y natural, los pomos de madera o cerámica pueden dar al espacio una sensación de calidez y armonía.
La elección de materiales
Desde el metal, la madera, el vidrio o la cerámica, cada material tiene una textura, un acabado y un tono único que puede alterar completamente la percepción de un espacio. Su elección no solo depende del estilo de la casa, sino también de la funcionalidad que se busque. Por ejemplo, en una cocina donde la limpieza es prioritaria, un tirador de acero inoxidable o de cerámica puede ser más adecuado que uno de madera, ya que puede deteriorarse con la humedad.
Además, su elección condiciona el estilo. Así, los acabados mate o envejecidos aportan una sensación de rusticidad, mientras que los acabados brillantes o pulidos dan un aire de sofisticación y modernidad. Y para conseguir un ambiente minimalista, los tiradores más discretos o incluso invisibles que se integran directamente en la estructura de los muebles, son la opción con la que conseguir una estética limpia y sin interrupciones visuales.
Sin embargo, los interioristas también apuestan por opciones más personalizadas, optando por tiradores exclusivos y únicos que reflejan la personalidad y el estilo del propietario de la vivienda. Se trata de cuidar su elección y la combinación de diseño, material y tamaño para conseguir que un mueble se convierta en una pieza de diseño excepcional, y un hogar, en un lugar más cómodo y estéticamente agradable. Porque, no hay duda de que son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.