El color es el gran aliado de la decoración. No solo influye en la estética de un espacio, sino también en la manera en que lo percibimos. Los tonos claros y neutros multiplican la luz, generan una mayor sensación de amplitud y crean una atmósfera acogedora y equilibrada. Por el contrario, los colores oscuros pueden reducir visualmente el espacio, haciéndolo parecer más pequeño y pesado. La interiorista Natalia Zubizarreta comparte las claves para lograr un salón que maximice su luminosidad y amplitud. Tal y como reveló en su entrevista para Arquitectura y Diseño, el error más común que apaga la luz de cualquier estancia es la elección de muebles y textiles en tonos oscuros.

Cómo potenciar tu salón con luz y color

En el centro del salón

"La luminosidad definitivamente es lo que va a darnos sensación de amplitud, así como los colores claros, blancos, naturales o los tonos con color muy poco saturados. Si tienes un sofá de cuero negro o de cualquier otro material oscuro, mejor retapízalo o actualízalo", aconseja Zubizarreta. Los sofás en colores oscuros no solo absorben la luz, sino que también crean un punto focal pesado que puede hacer que la estancia se vea visualmente más reducida.

La interiorista también alerta sobre otros elementos que pueden quitar luz y sensación de espacio: "También los muebles de madera oscura, como el cerezo o el roble, van a restar luz y pesan visualmente y hacen del salón un espacio más pequeño". Si el objetivo es potenciar la luminosidad, es fundamental optar por materiales y acabados que reflejen la luz, como la madera clara, los lacados en blanco o los tonos piedra.

Otro factor para tener en cuenta es el suelo. "Para agrandar visualmente el espacio, otro elemento que hay que fijarse en el suelo y evitar son las alfombras oscuras. Ya sean estampadas o lisas, restan luminosidad y empequeñecen los espacios", asegura.

Por último, Zubizarreta destaca la importancia de las paredes y los techos: "Hay que desterrar los tonos oscuros en paredes y techos de salones pequeños, ya que es la antítesis de conseguir que nuestros espacios parezcan más amplios". Los colores claros en estas superficies permiten que la luz natural se refleje mejor, creando una sensación de mayor apertura y fluidez en la decoración.

5 ejemplos de salones donde la luz y el color marcan la diferencia

Si aún dudas del impacto que los tonos claros y los materiales adecuados pueden tener en tu salón, estos ejemplos vistos en Arquitectura y Diseño son la prueba definitiva de todo su potencial:

1. Explosión de color sobre fondo neutro

En este salón, las paredes blancas y una alfombra en tonos naturales crean un lienzo perfecto para el colorido mobiliario. Un sofá curvo de terciopelo azul se convierte en el protagonista, equilibrado por taburetes en color mostaza y una mesa de centro de acero, tendencia total de 2025. Las imponentes obras de arte a todo color terminan de completar este espacio vibrante y sofisticado.

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2. Neutros con contrastes elegantes

Dominado por una paleta de tonos suaves, este salón presenta un sofá en greige que se funde armoniosamente con el entorno. La presencia de una mesa circular en madera negra y un cuadro abstracto en el mismo tono aportan el contraste perfecto, sin restar luminosidad ni amplitud visual.

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3. Madera clara y texturas orgánicas

Un salón donde la madera de pino domina el ambiente. Paneles, separadores y mobiliario en esta madera clara se combinan con paredes de estuco beige, generando una atmósfera cálida y envolvente. Las butacas bouclé y mesitas en una madera ligeramente más oscura añaden profundidad sin romper la armonía del conjunto. Una alfombra en tonos crudos completa el look aportando mucha luminosidad desde el suelo.

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4. Reinterpretación clásica con un toque moderno

La tradicional boiserie, lacada en blanco, ilumina este salón de aires clásicos. Para aportar calidez y un punto inesperado, un sofá Chester en rosa empolvado se convierte en el elemento estrella. Detalles en dorado y mobiliario de madera refuerzan la sensación acogedora sin sobrecargar el espacio. Las cortinas en beige permiten el paso de la luz natural, potenciando la amplitud.

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5. Elegancia etérea con un juego de contrastes


En este salón de techos altos e imponentes molduras, los sofás blancos conviven con una alfombra en gris suave y textiles combinados en blanco y negro. La mesa de centro rectangular negra, con superficie de vidrio, logra el equilibrio perfecto: añade profundidad sin restar luminosidad al conjunto. Además, el cristal estratégicamente colocado refleja la luz natural, potenciando esa sensación de amplitud.

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