Todo lo que le pedimos a nuestra casa es que nos haga sentir bien. Que nos haga sentir cómodos, refleje nuestra personalidad y que huela a limpio. En el aire flotan millones de sustancias disueltas que dan origen origen a los olores que percibimos. Nos gustan los aromas que desprenden algunas flores, las maderas y los cítricos y rechazamos los olores producidos por algunos microorganismos, por lo que siempre estamos a la búsqueda de nuevos productos capaces de neutralizarlos. Queremos que nuestra vivienda esté embriagada de ese perfume a limpio y cree ese aroma tan reconfortante en mi hogar de una forma duradera. A veces la solución viene en forma de pequeños detalles, como un jabón artesanal, un saquito de plantas para los armarios o la esencia de una vela. Aquí una guía de manualidades para que cada habitación tenga ese olor a ropa limpia que nos evoca a la casa de nuestra madre o nuestra abuela.