Buscamos amplitud en el hogar. Y la conseguimos a través de espacios abiertos y fluidos que no opriman. En las zonas sociales de las viviendas, una de las opciones más usadas en la actualidad es la de las cocinas ocultas, que consiste en camuflar los muebles y elementos de esta estancia completa o parcialmente con muebles que asemejan armarios e incluso paredes. Es una solución por la que se decantan interioristas, arquitectos y expertos en decoración especialmente para los pisos pequeños, donde se proyectan cocinas abiertas al comedor o al salón y crean polivalentes que se pueden usar de manera flexible e invitan a disfrutar en un mismo ambiente de diferentes momentos cotidianos. Así, mientras se cocina, se puede disfrutar al mismo tiempo de una conversación en el salón con invitados o familia.
Para estos espacios, según la marca española BC3 cocinas, la última tendencia es jugar a esconder la cocina y así lograr una estética más minimalista, acorde con el diseño del resto de la casa. De esta manera los elementos funcionales de la cocina, como electrodomésticos y zona de lavado quedan ocultos.
Las opciones disponibles
Existen varias formas de ocultar la cocina, se pueden ocultar de manera total, haciendo un cerramiento completo, para lo que se utilizan armarios y puertas correderas o plegables, que cuando se abren, se pliegan por completo y se esconden en los laterales, quedando ocultas y dejando a la vista los elementos de la cocina. También se pueden esconder parcialmente, usando elementos como persianas verticales, ventanas correderas o paneles deslizantes.
También para grandes superficies
Aunque las cocinas ocultas son muy demandadas cuando escasean los metros útiles disponibles, también causan furor en estancias de grandes dimensiones. "El concepto también alude a que, cuando está cerrada, solo se ve una isla, que suele funcionar como una mesa en la que comer ya que los hornillos pueden ocultarse bajo la piedra y con extractores que también quedan escondidos al ponerse al nivel de la mesa", explica Juan Goñi desde el estudio malagueño Klic Arquitectos. "Para ocultar a la vista el resto de elementos de la cocina se usan elementos como panelados o puertas que permiten integrarlos con muebles que tienen otra función. El objetivo es obtener mayor claridad visual y conseguir espacios más amplios".
¿Qué electrodomésticos pueden ocultarse?
Hoy, gracias a los avances tecnológicos se pueden integrar el frigorífico, el congelador, la lavadora, el lavavajillas, la campana extractora e incluso existen soluciones para que las placas de inducción queden ocultas en el propio material de la encimera. "Esconder los elementos de la cocina tiene un enfoque funcional en los espacios pequeños, ya que puede aumentar la superficie disponible. En cambio, cuando el espacio es grande esta apuesta responde a un enfoque fundamentalmente minimalista", dice el arquitecto.
Apuesta por el orden visual
Una de las grandes ventajas de este tipo de cocinas es que no se prestan al desorden o ruido visual ya que el espacio se vuelve más limpio al percibir únicamente frentes lisos. De ahí que sea una solución cada vez más demandada para espacios reducidos o en cocinas abiertas al salón o al comedor.