Tribeca- acrónimo de Triangle bow Canal Street- es actualmente una zona de moda en el bajo Manhattan conocida por sus antiguos edificios industriales, muchos de los cuales se han reconvertido en lofts residenciales. Es el caso de esta moderna casa de dos plantas de casi 400 m2, ubicada en una construcción de 1881 con estructura de hierro-conocida como Cast Iron House-que fue una fábrica textil y que en 20219 fue remodelada por el arquitecto Shigeru Ban.

En su día, el premio Pritzker japonés diseñó ocho pares de dúplex con techos de doble altura, con ambientes fluidos y esenciales que son el sello de Shigeru. En uno de ellos intervino el interiorista Timothy Godbold para satisfacer el deseo de sus propietarios, una familia joven con dos hijos, de idear una gran casa que utilizara el espacio de manera eficiente para crear un cómodo escenario de vida. El autor ayudó a conjugar ese deseo de confort moderno a la vez que explotaba inteligentemente el carácter industrial de la arquitectura original.

Lámpara moderna

Detalle del zócalo y la mesa integrada de travertino del sofá con lámpara Monolith de latón, de Paul Matter.

David Mitchell | Proyecto de Timothy Godbold

El salón de doble altura iba a ser sin duda un punto de atracción, pero Godbold tuvo que imaginar cómo salvar la gran columna industrial del centro del salón, “un elemento estéticamente interesante que, sin embargo, podía crear un desorden espacial”, se��ala.

Para solucionarlo, el autor hizo flotar una mesa de comedor directamente sobre el pilar, que hace referencia a un modelo de estilo industrial de los años treinta de Hans y Wassili Luckhardt y Alfons Anker. Del mismo modo, la sala de televisión situada detrás de la cocina se convirtió en un bar y un despacho para maximizar la versatilidad del espacio y satisfacer múltiples necesidades. El diseño dio como resultado un espacio moderno, limpio, elegante y sencillo, pero con un fuerte impacto visual. Godbold jugó con las proporciones para maximizar el impacto del dramatismo ya inherente a la arquitectura. De hecho, el sentido escenográfico está en la raíz del trabajo del interiorista australiano afincado en Nueva York, tanto en este proyecto como en su repertorio de diseño.

Salón con grandes ventanas y visillos

En el salón, sofás, butacas, mesa y alfombra diseño del interiorista; chandelier 56 Bulb Drop, de Lindsey Adelman; mesa auxiliar Lauren, de Hammer & Spear, y macetero, de Sirak Studio.

David Mitchell | Proyecto de Timothy Godbold

Lo industrial, el art déco y los aspectos más surrealistas del cine negro de los años setenta se combinan aquí para obtener un resultado final glamuroso e intrigante”, comenta. La residencia también hace guiños con frecuencia a diseñadores italianos de mediados de siglo como Joe Colombo y Carlo Scarpa. Se ha introducido la textura usando generosamente travertinos de poro abierto y alfombras a medida que perfilan las ubicaciones de los muebles.

La mayoría de los tejidos son bouclé, mientras que las paredes se han enlucido con un fino estuco. No se ha pasado por alto ningún detalle: los azulejos de las paredes de la escalera tienen textura de piedra caliza, y, al salir del ascensor y acceder al vestíbulo con paneles de madera, la paleta de colores monocromática anuncia al instante la sensación de calma que deparará el resto de la casa. El autor intervino creativamente con una serie de elementos diseñados a medida, por ejemplo los relieves de estuco y mármol en algunas paredes y muchos de los muebles, incluidos los monolíticos sofás de piedra del salón, tapizados con tela brutalista hecha a medida en Inglaterra.

Salón con dos espacios

Una estantería de obra diseñada por Godbold crea dos ambientes de estar
en el salón a doble altura. En primer término, sofá Alberese, de Piero Lissoni para De Padova, tapizado con terciopelo de Dedar; mesa de centro, de Rove Concept, y puf Knot, de Comerford Collection.

David Mitchell | Proyecto de Timothy Godbold

Obras de arte de gran formato realizadas por encargo completan la decoración, entre ellas un gran mural de Malcolm Hill sobre la cocina y otro relieve monumental del escultor y artista francés Etienne Moyat en el dormitorio principal. Sin menoscabo de la preceptiva domesticidad moderna, todo en este espacio está recorrido por un sentido de la espectacularidad refinado.