Sin molestar a la naturaleza, intentando comprenderla y respetarla, el arquitecto mexicano Javier Sánchez se ha instalado con su familia cerca del pueblo de Temascaltepec, al oeste de Ciudad de México, en una vivienda que celebra el agua, un recurso limitado en la zona, y el enclave en el que se asienta.
Casa Cosecha de Lluvia, fruto de la colaboración entre el estudio de Sánchez, JSa Arquitectura, y el de su amigo Robert Hutchison, es cemento, madera y piedra volcánica conviviendo con el verde reventón de un bosque medio de montaña que rodea al volcán extinto Xinantécatl, también llamado popularmente Nevado de Toluca. Una base elevada sirve como plataforma para los espacios interiores y exteriores de la casa, con un techo flotante sostenido por una estructura de muros de carga de madera y una columnata perimetral de acero.
El hogar se desgrana en tres edificios concebidos como pórticos y unidos por senderos: una residencia principal con dos dormitorios, cocina y comedor, entre otras estancias; un estudio independiente que puede acondicionarse como una habitación para huéspedes, y un balneario con baño termal, sauna y ducha de vapor.
Un refugio sostenible con jardín y huerto de bioagricultura donde la familia residente cosecha la mayoría de lo que come y ha desarrollado una estrategia para regenerar la tierra cansada, contribuyendo a la restauración del microclima de la región. Además, cada uno de los tres pabellones recolecta agua pluvial, conectándose a un depósito y a un sistema de almacenamiento y tratamiento en el lugar que suministra el 100% del agua de la vivienda durante todo el año.
"La idea es dejar que la naturaleza haga lo suyo. Cosechamos semillas de flores que surgen solas y las animamos a crecer cuando llega su momento. No regamos y evitamos cortar demasiado. El estanque (frente a la casa principal) es el sistema de recolección de agua de lluvia y también es una piscina natural que usamos. Vive con la estación seca, se evapora parcialmente durante ese tiempo y se vuelve a llenar en la próxima estación. Nos hace entender el ciclo del agua", concluye Sánchez.