No juzgues un libro por su portada, ni una casa por su fachada. Los edificios que albergan estos modernos apartamentos pueden presumir de un pasado histórico que los convierte en tesoros de diferentes periodos arquitectónicos, mientras que en su interior se encuentran ejemplos de reformas (y rehabilitaciones) respetuosas con los elementos originales en un balance que mezcla lo moderno con lo antiguo. Viviendas, iglesias, fábricas y hasta una aldea entera viven una segunda vida en el actual siglo XXI.