Recientemente el elDiario.es se hacía eco del fenómeno del éxodo de las grandes ciudades españolas a municipios rurales a causa de la pandemia y el confinamiento, que habían puesto en evidencia las carencias de muchas viviendas urbanas en cuanto a terrazas y balcones que facilitaran el contacto con el exterior y aliviaran el agobio de vivir dentro de espacios reducidos.

Según la información de este diario digital, analizada a partir de los microdatos de la estadística de variaciones residenciales entre los años 2006 y 2020, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 llegaron a los municipios rurales (menos de 10.000 habitantes) 100.000 residentes más de los que se fueron. En cambio, de las seis grandes ciudades (más de de 500.000 residentes), se marcharon 80.000 personas más de las que llegaron.

La ventana Bloomframe se transforma en balcón en menos de un minuto.

Los motivos de este fenómeno son de sobras conocidos: en un contexto que ha demostrado la viabilidad del teletrabajo y la necesidad de un contacto más cercano con la naturaleza y de más espacio dentro de casa, muchos han preferido marchar a aquellos lugares en los que se podían comprar o alquilar viviendas de mayor tamaño, y si es posible con terraza y jardín propios, por un precio más módico que en las grandes urbes.

Pero, ¿qué ocurre si uno simplemente no puede –o no quiere– marcharse de su piso actual, aunque carezca de terraza, y aun así no renuncia a tener su pedacito de espacio al aire libre? Pues que no pierda la esperanza, porque existe una alternativa con un futuro prometedor: la terraza prefabricada.

La ventana MoreSky, de Aldana Ferrer García, se despliega hacia afuera para ofrecer un relajante rincón en contacto con las vistas, la luz natural y el aire libre.

Una idea de la que se ha hecho eco el arquitecto español Luis Quintano con su prototipo de terraza modular estandarizada STAYHÖME –un guiño a la nomenclatura que el gigante del diseño modular, IKEA, pone a sus productos–. El prototipo, pensado para viviendas de barrios periféricos, se podría adaptar a cada edificio y vecino. Sus módulos permiten numerosas posibilidades de configuración, y también el material podría variar en función de las necesidades estructurales del edificio y gustos de cada residente: acero, metal, madera, bambú…

De proporciones más modestas, pero no menos ingeniosa, es la idea de la arquitecta y diseñadora argentina Aldana Ferrer García. MoreSky es una ventana que se proyecta hacia afuera de varios modos –tolva, batiente o toldo– para crear un confortable rincón en el que el usuario puede disfrutar de vistas, luz natural y aire libre. Un espacio de transición hacia el exterior.

Ventana balcón Cabrio, de Velux.

Un diseño que ha pasado de la fase de prototipo y se ha convertido en realidad es la ventana proyectable Bloomframe, diseñada por el estudio Hofman Dujardin. Los primeros modelos se han instalado en un edificio de apartamentos de Amsterdam. Disponible en tres tamaños (1,7, 2,3 y 3 metros de ancho por 2,4 m de alto), esta ventana se transforma automáticamente en un balcón en menos de un minuto, ofreciendo, en la versión más grande, tres metros cuadrados de superficie exterior adicional. El precio del producto, incluyendo el transporte y la instalación, es de 15.000 €.

Las ventanas proyectables no son una novedad. Velux, firma especializada en ventanas de cubierta, dispone de un modelo, Cabrio, que también pasa de ventana de tejado a balcón en cuestión de segundos. Se puede adquirir a partir de 2.076,03 € + IVA.

Las terrazas prefabricadas Copal se añaden en bloque al exterior del edificio sin modificar su carga estructural.

Todas estas son soluciones para viviendas individuales, pero existe la posibilidad de incorporar terrazas prefabricadas a comunidades de vecinos de una sola vez con estructuras adosadas al exterior del edificio. Es el caso de la propuesta de la firma polaca Copal. Según fuentes de la empresa, su diseño, fabricado con aluminio, ofrece la ventaja de no modificar la carga estructural del edificio y ser energéticamente eficiente al no crear puentes térmicos.

Por todo ello, las terrazas prefabricadas y modulares pueden abrir nuevos horizontes al mundo de la reforma para transformar de un modo más rápido y asequible las viviendas urbanas en espacios más abiertos y confortables.

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