El París de hoy está asociado de forma indiscutible con un nombre: Georges-Eugène Haussmann. A mediados del siglo XIX, él deshizo el esquema radial de la antigua ciudad medieval para convertirla en una cuadrícula perfecta de bellos edificios con patios interiores generosos y fachadas engalanadas y llenarla de plazas y parques. El París del mañana también tendrá en gran medida denominación de origen: el de PCA Stream, el estudio liderado por Philippe Chiambaretta, ganador del concurso para devolver encanto y humanidad a los kilométricos Campos Elíseos y que los parisinos, expulsados por turistas y coches –solo un 5% de sus visitantes son locales–, vuelvan a ellos.
Pero si Haussman pudo hacer en su día tabla rasa, Chiambaretta ha tenido que ponerse de acuerdo con un comité que agrupa a doscientos actores implicados (económicos, culturales, inmobiliarios) y contar con la opinión ciudadana, que en 2020 se manifestó en una encuesta sobre lo que allí querrían tener. Él ha propuesto un ideal con menos coches y prisas y más árboles y verde. "A partir de una visión inspiradora y provocativa, nos han encargado que estudiemos la viabilidad de sus diferentes partes. A finales de 2023 daremos una hoja de ruta sobre cómo desarrollar esta transformación durante la próxima década. Paralelamente, se llevará a cabo la mejora urgente para acoger los Juegos Olímpicos de 2024. Combinamos acciones a corto y largo plazo. Se trata de un experimento único y sin precedentes que aúna esfuerzos privados y públicos para rediseñar una parte importante de la ciudad", cuenta el arquitecto.
No es la única intervención de PCA Stream destinada a transformar radicalmente París. "El edificio Stream fue nuestra respuesta a uno de los 22 emplazamientos puestos a concurso por la alcaldía en 2016 en el marco de la iniciativa Reinventar París. Por suerte y convicción, ganamos frente a 45 estudios con este complejo de edificios metabólicos de uso mixto, que incluye servicios de comida y bebida abiertos al barrio, espacios de coworking, oficinas, hotel, agricultura urbana, un depósito de biodiversidad y una unidad de producción de cerveza". Es uno de los primeros edificios con estructura de madera en París. Su fachada incluye una instalación lumínica del artista español Pablo Valbuena. Antes ya habían hecho realidad edificios de oficinas para los nuevos modos de trabajar: The Cloud, completado en 2016 y sede parisina de Facebook,Instagram o Blablacar, y que dio mucho que hablar. "La arquitectura debe, como mínimo, seguir los cambios en los modos de vida, pero también ambicionar anticiparse a ellos e influirlos. Hay que erradicar de ella la obsesión con las formas o el egotismo", sentencia Chiambaretta.