Madrid va por barrios, algunos muy distinguidos que proyectan sobre el resto de España su carácter de gran capital, el lugar donde hacerse un nombre. La bibliografía arquitectónica, sin embargo, ha evitado poner el foco en esas construcciones de gran empaque del barrio de Salamanca y otros distritos, como si no existieran. Subsana esta laguna el libro recién editado por Lampreave La vivienda de lujo en Madrid desde 1900, de Daniel Rincón, arquitecto por la Escuela Superior Técnica de la Universidad de Sevilla (2003).
Fruto de una tesis doctoral, el libro recorre por las calles más distinguidas de Madrid la obra de numerosos arquitectos, algunos conocidos, otros hoy anónimos. Saldaña, Zuazo, Gutiérrez Soto, García Mercadal, Sáenz de Oíza, Cano Lasso, Carvajal, Lamela... Son autores de edificios que hoy son patrimonio de la ciudad de Madrid y cuyos valores pocas veces se han destacado.
"La vivienda colectiva de lujo ha jugado un papel esencial en la construcción y la transformación de las ciudades españolas. Aunque no tan notable como el provocado por las viviendas para las clases medias, su incidencia en el paisaje urbano de hoy día resulta indiscutible. Pese a ello este fenómeno apenas ha aparecido en las publicaciones especializadas, centradas en la vivienda social y en el trabajo de los maestros", explica Rincón, quien también resalta que la historia de la vivienda no siempre está relacionada con la historia general de la arquitectura. "Este hecho, que puede parecer obvio, es soslayado con frecuencia. La vivienda está sometida, sobre todo, a cambios en las convenciones sociales". Por eso exige una mirada particular como la que defiende este volumen, que en orden cronológico recorre una arquitectura contenida hasta la Transición y de magnífica factura, que sirvió para que muchos se ganaran la vida cuando sus inquietudes discurrían por otros derroteros.
El libro, publicado con el apoyo de empresas del sector como PanoramAH, JOfebar y cosentino, ha elaborado su propia documentación, compuesta de más de 100 planos redibujados, visitas a los edificios, fotografías de exteriores e interiores, publicidad de las distintas épocas, referencias literarias y de prensa, entrevistas con arquitectos, promotores, vecinos, porteros... Todo ello hace que, aunque mire al pasado, sea una publicación novedosa.