En el barrio de Cortes de Madrid, al lado del Museo Thyssen y muy cerca del Prado, Febrero Studio acaba de finalizar la reforma del hostal Armesto Rooms, que alojaba huéspedes desde la década de los 70. "En Madrid es muy habitual encontrar hostales que ocupan la primera planta de un edificio residencial. Estos hostales o pensiones y sus carteles desactualizados forman parte del paisaje urbano de las calles del centro de la ciudad", dicen los arquitectos de este joven estudio.
"A la hora de afrontar la reforma y actualización de uno de estos negocios resulta imposible desvincularse del mundo romántico que rodea al concepto de turismo en la segunda mitad del siglo XX", comentan. Abrazando este concepto y todo su universo visual, pero intentando evitar la tematización, se plantearon una reforma entorno a un gran espacio de recepción/café rodeado por un telón perimetral que anuncia los accesos a las diferentes habitaciones.
Con el objetivo de hacer crecer el volumen de las habitaciones y maximizar el espacio para los huéspedes, se deshicieron de la configuración tradicional del baño. "No así de la estética, desdibujando los límites de estas estancias y generando un espacio diferenciado materialmente que formaliza también el acceso a las habitaciones", puntualizan.
Habitaciones cromáticas
Así, plantearon tres tipos de habitaciones (por orientación o tamaño) que emplean gamas cromáticas diferentes tanto en los entelados y pinturas como en los azulejos que conforman los baños. Los colores escogidos para estas habitaciones son el verde, el amarillo y el azul. Principalmente, el color de cada una se expresa en las baldosas de los respectivos baños, creando un ambiente informal que agradecerán los huéspedes del siglo XXI. Inspirado por el vecindario moderno y artístico en el que se encuentra, el diseño e interiorismo es funcional y alegre, con detalles que recuerdan al Gran Hotel Budapest de Wes Anderson.
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