Pospuesta durante un año, (como todo), ya está instalada en Venecia la Exposición Internacional de Arquitectura; comisariada por el arquitecto y decano Hashim Sarkis, la Biennale considera que es tiempo de cambiar los contratos espaciales, en tiempos de crecientes desigualdades económicas tenemos que inventar nuevas formas de vivir generosamente juntos. Siendo estas exposiciones espejos en los que ver y entender el mundo contemporáneo. Lanzan la pregunta con la esperanza de encontrar no una sino muchas respuestas y, que al adentrarse en el evento, los visitantes puedan formarse la suya particular.
Repasamos algunas de las respuestas en forma de pabellón.
España. Uncertaintly
Cuatro arquitectos canarios han sido los encargados de crear el pabellón español de la Biennale de Venecia de este año. Sofía Piñero, Domingo J. González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera. El pabellón muestra una selección de 34 proyectos heterogéneos que coinciden en colocar el valor en el proceso creativo. Procesos multidisciplinares para un impacto social positivo. Según los comisarios, la pregunta que Sarkis lanzaba como invitación a este gran evento no puede ser respondida sino con más preguntas. Siendo la incerteza el agua en la que nadamos ahora.
Cataluña. Air / aria / aire
La arquitecta y comisaria Olga Subirós toma como punto de partida la pregunta que lanza la Biennale; "¿Cómo vamos a vivir juntos?" y pasa a reflexionar sobre el aire que respiramos, un bien común que necesitamos para sobrevivir. El proyecto investiga el papel de la arquitectura, (y las posibles soluciones), en dos de las grandes crisis que está viviendo la humanidad, el cambio climático y la crisis de salud pública. La exposición considera que es en las ciudades donde está la clave, que actuar localmente contra la contaminación atmosférica de una ciudad tiene un impacto positivo inmediato. Para plasmar estas cuestiones, la instalación cuenta con la participación del equipo de 300.000 Km/s, un estudio de arquitectura especializado en el análisis de datos para los nuevos retos urbanos.
Noruega. Lo que compartimos
What we share, Lo que compartimos, es la respuesta del estudio de arquitectura noruego Helen & Hard, en ella nos muestran su visión de lo que sería un modelo sostenible de construcción de un espacio que pueda ser viviendas y comunidad al mismo tiempo. Un lugar en que los habitantes puedan compartir la propiedad y ser agentes activos del desarrollo de la residencia y de lo que en ella se comparte. Explora las relaciones entre la cocreación de lo espacial y el material mientras pretende promover la consciencia de cómo nos gustaría convivir y compartir unos con otros. La construcción del pabellón se ha basado en Vindmøllebakken, un proyecto de "co-housing" sostenible diseñado por Helen & Hard en 2018. La instalación muestra una reproducción a tamaño real de la primera planta del edificio. Construido de forma modular a partir de listones de madera maciza con una estructura de hormigón.
Holanda. La multiplicidad del Otro
Afaina de Jong lidera este estudio de arquitectura en Ámsterdam con un enfoque feminista que va en pos de un cambio social en lo espacial que pueda dar lugar a las diferencias. En esta dirección responden a la pregunta propuesta por la Biennale con otra pregunta. "¿Quién es nosotros?", y desarrolla el complejo concepto de la Multiplicidad del Otro. Otras formas de vivir, otras formas de relaciones sociales en la ciudad. Su pabellón explora el potencial del lenguaje del diseño para cuestionar los patrones y modelos heredados. En un espacio blanco y racional han instalado unas estructuras curvas de pasillos interiores por las que el visitante se adentra en un espacio lleno de estampados con reminiscencias étnicas.
República de Uzbekistan. Vivienda urbana rural
Es la primera vez que la República de Uzbekistan participa en la Biennale de Venecia. En esta instalación, el estudio de diseño Christ & Gantenbein han llevado a cabo una investigación acerca de la tradicional forma de construir viviendas en su país llamada "mahalla". Estos espacios son organizaciones urbanas que sirven al mismo tiempo de vivienda, de centro cultural de forma autogobernada. Los Mahallas pueden albergar a entre 150 y 9000 habitantes, pero están siendo reemplazados por construcciones foráneas más modernas. La exposición ofrece una investigación científica y una declaración de intenciones hecha intervención artística incluyendo una ambientación sonora creada por el cineasta español Carlos Casas.
Federación Rusa. ¿Abierto?
La instalación se pregunta cómo pueden reorganizarse las instituciones culturales de forma que den espacio a perspectivas y formas de pensamiento más diversas. La experiencia incluye la proyección de una película, objetos digitales y una estación de videojuegos rusa. Han creado incluso un pabellón digital para que pueda verse al rededor del mundo, inspirados por todo el cambio supuesto a partir de la crisis de la pandemia. Un edificio de 1914 ha sido revitalizado por la intervención de KASA Architects, 2050.plus y Smart art.
Dinamarca. Conexión
El agua es el corazón de la instalación danesa "Con-nect-ed-ness", un espacio diseñado para enfatizar la sensorialidad de la continuidad de este elemento en nuestras vidas. Los visitantes son testigos del viaje del agua desde los tanques externos, a través de las habitaciones y hasta su propia taza de té. Todo enmarcado por simples y crudas estructuras. Lundgaard & Tranberg han sido los encargados de diseñar este pabellón, han trabajado sobre el precepto de que la arquitectura siempre trabaja en relación con la naturaleza. El pabellón ha pretendido hacer visible lo invisible, haciendo que podamos entendernos a nosotros mismos como parte de algo más grande.
Argentina. La casa infinita
Gerardo Caballero, el arquitecto y comisario de la instalación, se fijó en la quintaesencia de las casas argentinas para el desarrollo del proyecto. El rosa inspirado en la típica mezcla de cemento usada para construir ahí. Muchos caminos pueden llevar a una serie de residencias, un espacio sin escapatoria que simboliza el mundo interconectado en que todos vivimos. "La casa infinita" pretende expandir los límites de lo doméstico y remarcar la importancia de lo colectivo más que lo individual, ilustrado que una casa va más allá del espacio que físicamente ocupa.