Aunque para muchos ya han terminado las vacaciones, muchos seguimos pensando en ellas y proyectándonos en las del año que viene. Por eso, ahora que algunos de los arquitectos e interioristas más preclaros han tenido tiempo de descansar y reflexionar, hemos querido preguntarles cómo es su casa de vacaciones soñada. Toma nota, estas son las respuestas.
Para el arquitecto Jaime Romano, con despacho en Barcelona e Ibiza, comprar una buena casa de vacaciones significa asegurarse de que sea sencilla, de fácil mantenimiento y proporcionada en sus dimensiones y en su economía. "Que te conecte... Con tu pasado, con la familia, con tu paz interior...", revela el arquitecto.
Para afrontar una reforma con éxito aconseja esforzarse en interpretar lo que la casa trae consigo, escuchar su historia o las vivencias que puede transmitir. "Las casas acumulan la historia de las sucesivas vivencias y familias que las han acompañado a lo largo de los años. Felicidad acumulada, estratificada y, a veces, situaciones dramáticas. En todo caso, riqueza humana que hay que saber canalizar".
Jaime Romano tiene muchos adjetivos para su casa estival ideal: sencilla, esencial, relajada, flexible, acogedora, alegre, fresca, perfumada, intensa, sabrosa, recogida, silenciosa o musical.
"Mi casa de vacaciones ideal irradia mucha tranquilidad, es purista y sencilla y está situada en un hermoso paisaje con grandes vistas, idealmente junto al mar", describe el arquitecto Thomas Niederste-Werberck, con estudio propio en Artà, Mallorca, desde 2016. A la hora de comprar o reformar una casa de vacaciones tiene claras las prioridades: unos materiales seleccionados y coordinados, suelos de piedra o microcemento, vigas de madera en los techos y un solo color para las paredes, los techos y el suelo.
En cuanto a los muebles, se decanta por piezas selectas, informales y cómodas, combinadas con artesanía local. Su casa de vacaciones icónica favorita es la Casa Neuendorf, cerca de Santanyí, en Mallorca, de John Pawson y Claudio Silvestrin. "Es atemporal. Habitaciones puristas y vistas de ensueño", dice.
Ubicación, orientación y entorno natural son las prioridades que Andrea Navarro Golobart, Architect Partner en GCA Architects, cree que hay que tener a la hora de elegir una casa vacacional. Cuando se trata de una reforma, aconseja ser respetuosos y sostenibles. "Si se trata de obra nueva, empaparse de lo local y entender por qué la arquitectura vernacular de ese lugar es como es".
Su casa de vacaciones ideal es aquella que respira armonía, que dialoga con su entorno. "Una extensión del genius loci en la cual la intervención arquitectónica está integrada, tanto en composición, proporciones, cromatismo y texturas". Desde su estudio, reconocen que se sienten atraídos por las construcciones vernáculas, como las casas de pescadores o los refugios de montaña. Y si tienen que dar nombres, destacan la esencialidad de la Villa Le Lac, de Le Corbusier, o el uso de técnicas locales en la Casa Palmyra, de Studio Mumbai.
El retiro vacacional idóneo, según el arquitecto Osvaldo Luppi, de OLARQ Architects, es el que te obliga a preguntarte por qué no vives allí todo el año. "Una casa debe estar construida con materiales locales y ser de muy fácil mantenimiento, y se debe poder escuchar el sonido de la naturaleza", explica este arquitecto especializado en la construcción de residencias de lujo. "Tienes que poder imaginarte en ella viviendo permanentemente porque, tarde o temprano, lo harás", añade. Y, a la hora de reformarla, aconseja no perder la esencia de la vivienda original. Y si esta no tiene carácter, dárselo a través de la reforma.
Su gran referente estival es Can Lis de Jørn Utzon, en Porto Petro, Mallorca. "Es lo que pasa cuando un gran arquitecto se enamora de una isla y decide construir ahí su templo de descanso", resume. La casa fue construida a principios de los años setenta e impresiona con sus profundas referencias a la arquitectura popular y a las tradiciones constructivas locales. Un ejemplo paradigmático de la arquitectura residencial.
Conocida por crear espacios con alma, vividos, donde el factor intelectual acostumbra a ocupar un lugar importante, la interiorista Pilar Líbano tiene claro que, a la hora de desconectar, hay que decantarse por una vivienda en la que te sientas bien, que no te haga sentir que estás de vacaciones, sino que, si estás allí diez días, vives allí diez días, sin ninguna referencia. "Cuando compras una casa, de vacaciones o no, tienes que sentir que para ti es única, que no hay otra igual. Y, si no, que a la hora de reformarla pase a serlo. Una casa que responda a tu personalidad, que refleje tus gustos y preocupaciones", aconseja.
Su icono vacacional es la casa de Curzio Malaparte en Capri. Perdida en un acantilado a 32 metros sobre el mar, en una punta inhóspita de la isla, se levanta esta leyenda con escalera trapezoidal por la que Pilar Líbano siente debilidad , y que fue dibujada en 1937 por el arquitecto Adalberto Libera.
Tienen mucha experiencia en la reforma de segundas residencias de gran nivel; el mismo Damián Sánchez tiene una casa de vacaciones en Mallorca maravillosa. Para ellos, el retiro vacacional tiene que ser cómodo, ágil y confortable, "pero sobre todo que te permita habitarlo con simplicidad funcional para que dediques tu tiempo en sus espacios al ocio y el relax", sugieren.
A la hora de comparar o reformar una casa, recomiendan dar prioridad a la ubicación, la orientación y a que los espacios sean fácilmente transitables. Circulaciones y funciones libres de dependencias de uso. Lo que les proporciona paz es una casa casi vacía, con una gran cocina y un salón abierto hacia el mar. "Pocos muebles rotundos y muy confortables", concretan. Alfons & Damián, con estudio en Barcelona, practican un enfoque distinto en las soluciones, donde el encargo se convierte en el hilo conductor de cada proyecto.