Es tan natural abrir un grifo y disponer de agua lista para su consumo que hemos olvidado el gran valor que esta tiene para la salud. En este artículo reflexionamos sobre cuestiones que van más allá de la calidad del agua que llega a nuestros hogares: sostenibilidad, economía, sabor y vitalidad son parámetros que también entran en la ecuación.
1. Un bien fundamental
Todos hemos escuchado aquello de que el 65% de nuestro organismo es agua, o que no podríamos sobrevivir más de cinco días sin beber. El agua está presente en prácticamente todos los procesos vitales del organismo humano: el transporte de oxígeno y nutrientes a las células, la desintoxicación del organismo a través de los riñones, la regulación de la temperatura corporal o la lubricación de las articulaciones entre otras. La ingesta constante de agua es esencial para una buena salud y cada vez prestamos más atención a su calidad; la sobreexplotación del territorio alrededor de las grandes ciudades hace cada vez más compleja la tarea de garantizar no solo un agua potable, sino también saludable a los hogares.
2. Exigimos mayor calidad
Los productos utilizados en el tratamiento del agua de la red de suministro son muchos y variados; la mayoría son biocidas derivados del cloro. Si bien estos compuestos han sido esenciales para evitar enfermedades que en otros tiempos eran auténticos problemas, hoy la población exige una calidad superior del agua. En 2020 el consumo de agua envasada fue de más de 3.100 millones de litros.
3. Mantener la cal a raya
El agua de consumo incorpora diversos minerales, principalmente cal y magnesio, minerales no perjudiciales para la salud, aunque, en el caso de la cal, grandes concentraciones pueden ser problemáticas para personas con problemas de riñón, además de perjudicar también los electrodomésticos. Estos son los principales argumentos para que los fabricantes de descalcificadoras vendan sus productos.
4. Una correcta filtración
Los sistemas de descalcificación y de ósmosis inversa son los más comúnmente instalados para la filtración del agua de la red. La descalcificación suele hacerse para toda la casa, y la ósmosis solo para el agua de consumo. Lo que has de tener claro es que la cal no ha de eliminarse por completo, que es necesaria una regulación y un correcto mantenimiento del sistema y que para ello lo mejor es dejarse asesorar por profesionales independientes, no patrocinados por ningún fabricante si es posible.
5. Caudal suficiente
La filtración del agua de toda la casa tiene el hándicap de que no puede condicionar la presión de suministro, ha de ser una filtración que, una vez realizada, mantenga un caudal de salida suficiente para mantener la presión en los grifos. Para que esto sea posible es absolutamente necesario que la filtración no sea muy fina, sin que por ello haya de considerarse menos eficiente.
6. Mejor macro que micro
Quizá suene extraño, pero en determinadas circunstancias una filtración para toda la casa puede traer mayores beneficios que una microfiltración del agua de consumo. No hay que olvidar que este tipo de filtración ya logra una significativa mejoría en el agua para beber. Tal vez no obtengas el buen gusto de una microfiltración, pero el control de metales pesados, cloro y cal sí que lo realiza.
7. Cloro sin riesgos
Una filtración global regulará la presencia de cloro en la red interior de casa. Piensa que las cantidades de cloro en el agua son necesariamente elevadas en los procesos de potabilización, pero los riesgos de contaminación biológica, una vez dentro de la red doméstica, son tan escasos que puedes estar tranquilo con menos cantidad de cloro.
8. Proteger la piel...
El cloro deteriora el manto graso protector de la piel. Muchas personas sienten picor y escozor después de una ducha; el cloro contiene hipoclorito de sodio que puede llegar a provocar este tipo de reacciones químicas. Al reducir su presencia en el agua, una de las primeras cosas que notarás será una piel más suave al salir de la ducha.
9 …Y también el cabello
Pasa exactamente lo mismo con el pelo: el cloro en el cabello provoca que este se vuelva seco y quebradizo; además, algunos productos empleados, especialmente los de decoloración o los tintes, tienden a hacerlo más poroso y susceptible de absorber, junto a los productos de belleza, agentes químicos dañinos como el cloro.
10. Exposición a químicos
La presencia de cloro en el agua está dentro de los parámetros de seguridad marcados. No obstante, en cuanto a exposición a agentes químicos se refiere, sabemos que nuestro sistema de depuración biológico puede saturarse; es decir, cuanto menos nos expongamos, mejor, especialmente si ponemos la vista en el largo plazo.
11. El temido vapor clorado
El vapor clorado inhalado durante una ducha puede llegar a superar hasta 20 veces la concentración normal. Según los estudios, después de un baño de diez minutos en agua clorada tus niveles de trihalometanos (un subproducto común en la desinfección del agua) en la sangre pueden llegar a incrementarse hasta un 700%.
12. Haz que dure más la ropa
Los beneficios de un control del cloro van más allá de la salud: el cloro también daña los tejidos, y al ser usado de manera regular produce amarillamiento y rotura de las prendas. No en vano, actualmente, en la industria textil el uso del cloro casi ha desaparecido por ser muy agresivo para los tejidos, especialmente los de algodón.
13. Minerales en el agua
Hasta ahora hemos hecho mucho hincapié en el control del cloro en el agua, principalmente por sus efectos sobre la salud. Sin embargo, es mucho más común tener en cuenta la cal y no el cloro a la hora de instalar filtraciones para toda la casa. Es cierto que el exceso de cal no es bueno para el organismo, sobre todo para los riñones, pero no es menos cierto que la cal ha de estar presente en el agua de consumo junto a otros minerales; la ausencia de cal no sería más beneficiosa que el exceso. Un agua de calidad debe contener determinados niveles de minerales como magnesio, potasio, sodio o cal, entre otros.
14. Tecnología a salvo
Los equipos de filtración global tienen un efecto secundario muy positivo: no necesitan un equipo descalcificador adyacente pues el propio sistema controla la presencia de cal y, como ya hemos destacado antes, una red doméstica con menos cal es garantía de un mejor funcionamiento de los electrodomésticos y, a la larga, un ahorro para tu bolsillo.
15. Fabricantes y costes
Hoy puedes encontrar en el mercado sistemas de filtración para toda la casa por menos de 200 €. Si estás realmente interesado, te recomendamos tomarte tu tiempo y solicitar asesoramiento a varias marcas especializadas; el agua es fuente de vida y conviene tomarse esta decisión muy en serio. Algunos fabricantes son Agua Viva, Culligan, Express Water o iSpring, entre otros.
16. Potable y saludable
Existen varios motivos para plantearse una filtración del agua de consumo. En primer lugar, porque la potabilidad no garantiza la máxima calidad del agua; el agua potable asegura un producto que no te enfermará. Como es natural, por lo estricto de la reglamentación, el gusto, el aroma y la presencia de determinados agentes disueltos en el agua pasan a un segundo nivel de control. Si quieres un agua más saludable, con mejor sabor y sin tener que comprarla embotellada, la microfiltración es ineludible.
17. Test de calidad
Para conocer a ciencia cierta si el agua que consumes en casa presenta algún tipo de agente extraño que debas filtrar, la mejor opción es realizar una analítica. Este tipo de ensayo es como un análisis de sangre: hay que saber qué buscar o puedes perderte en unos resultados extremadamente complejos de interpretar. Como acostumbramos a decir, asesórate bien antes de encargarlos.
18. Trabajo de campo
Nuestra experiencia nos ha enseñado que realizar un sondeo por tu barrio, preguntar a personas de confianza que lleven años viviendo en la zona, es una buena práctica para conseguir información sobre qué debes buscar y así transmitírselo a la empresa encargada de la analítica. Por ejemplo, los restos de medicamentos cada vez están más presentes en aguas depuradas.
19. Intercambiador de iones
Existen diversos sistemas de descalcificación. El más utilizado es el intercambiador de iones, que con la ayuda de resinas de intercambio elimina el calcio y el magnesio del agua y los sustituye por iones de sodio. Por este motivo el agua es algo salada, más apropiada para los electrodomésticos, y necesita ser remineralizada para el consumo.
20. Granulado catalizador
Otro sistema para controlar la presencia de cal en el agua es el granulado catalizador. Los de cerámica son los más empleados, aunque su popularidad es menor. La cal cristalizada con este método crece de forma natural hasta un tamaño filtrable y puede ser retenida por un filtro de carbón instalado a la salida del equipo.
21. Ósmosis inversa
El sistema de microfiltración más conocido y utilizado es la ósmosis inversa; se instala bajo el fregadero y precisa de agua potable para funcionar. El proceso es sencillo: desmineraliza el agua haciéndola pasar por un filtro y una membrana de muy alta densidad y luego la remineraliza. Hay quien cuestiona la necesidad de desmineralización.
22. Alternativas de filtración
Hay otras alternativas, desde fuentes de filtrado por gravedad como la ALCALA-Quell, con hasta seis etapas de filtrado y mineralización, a sistemas de carbón activo altamente compactado como el equipo eSpring. Como siempre, te recomendamos informarte bien antes de tomar una decisión; el agua es esencial para la salud.
23. Agua vitalizada
La evidencia científica sobre los beneficios de la vitalización del agua todavía es escasa y, por tanto, uno ha de informarse y aplicar este conocimiento en función de sus propias conclusiones. El austríaco Viktor Schauberger y el japonés Masaru Emoto han sido los principales valedores de esta teoría en la historia reciente.
24. Aplicaciones industriales
De las teorías de Schauberger han surgido aplicaciones en el campo de la industria. El agua vitalizada cristaliza de forma mucho más nítida al congelarse y se utiliza en la industria del hielo; otro ejemplo son los cañones de nieve, que no precisan de químicos para cristalizar el agua en nieve si se utiliza la técnica de vitalización.
25. De las moléculas a los ríos
Masary Emoto realizó miles de observaciones de moléculas de agua en el instante preciso que se congelaban. Defendió y trató de comprobar la teoría de que el agua es capaz de modificar su estructura en función de la energía que se proyecta sobre ella, a través de las palabras, la música, los tóxicos, etcétera. Viktor Schauberger fue un guarda forestal austríaco que invirtió su vida en la observación del agua a nivel macroscópico. Observó el comportamiento de los ríos y la biodiversidad que los envuelve en diferentes circunstancias y épocas del año, hasta desarrollar una teoría sobre vitalización del agua a través de circuitos “enrollados”.