Lo dice National Geographic: este pueblo de Cádiz es el más bonito de España para visitar en junio (y no solo por su blanca arquitectura)

"Por qué es imposible dejar de soñar con Vejer", este podría ser el titular utilizado por National Geographic, según mencionan, al escoger Vejer de la Frontera como el pueblo más bonito al que viajar en junio. Esto se debe al encanto de su color blanco mezclado con las tonalidades de las flores, y a sus callejones, historias, patios, miradores y residentes.

Vejer, que conforma un atrio de 200 metros sobre la comarca de la Janda, es reconocido como uno de los 100 pueblos más bonitos de España. Los fenicios, los cartagineses, los romanos y los musulmanes ya quedaron fascinados por su extrema belleza, y ahora le ocurre lo mismo al turismo, y a nosotros. Te contamos cómo es Vejer de la Frontera, el lugar perfecto para una escapada durante este mes de junio.

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Enclave con impregna histórica

Este pueblo de la provincia de Cádiz estuvo durante más de cinco siglos dominado por los árabes hasta que el rey Sancho IV lo recuperó en 1285. Quedó una huella bien marcada que todavía perdura en su fisonomía, y hasta llegó a declararse Conjunto Histórico-Artístico en 1976.

El rastro árabe que quedó tras su larga estancia está presente en su arquitectura y tejido urbano. Nos envuelve la atmósfera propia de sus pequeñas villas árabes y las medinas. Además, las murallas que abrazan el casco histórico, construidas posteriormente, mantienen su esencia, como ocurre en el castillo del siglo XI, el entramado de las callejuelas, con un aire al de los zocos, y en la gran cantidad de arcos y patios.

Casas y fortaleza con raíces marcadas

Las casas reflejan este pasado árabe con sus ligeros ángulos rectos, arcos de ensueño, diminutas ventanas y patios repletos de flores. Muchas de ellas las abren a los visitantes, como es el caso de la Casa del Mayorazgo, anteriormente hogar del rey Sancho IV, donde Manolo invita a los visitantes a conocer el fabuloso vergel y la torre que se accede desde este.

La fortaleza de Vejer, situada en el punto más alto, exhibe sus raíces con su antiguo aljibe, sus dos patios moriscos y la puerta de herradura, siendo una de las zonas más bellas y únicas del pueblo.

Personalidad en sus construcciones

Vejer de la Frontera muestra su gran personalidad, partiendo desde su calle principal hasta la calle de la Corredera, mediante el conjunto de espacios que le dan forma. En el pueblo todavía se conserva una de sus tres torres, y después de ella, de un maravilloso mirador y del distinguido arco de Sancho IV, se alcanza la Iglesia de la Merced, que data del siglo XVII.

Esta iglesia precede a la encantadora Plaza de España, muy llamativa para los turistas y muy concurrida también por los vecinos. Una bonita fuente de azulejos sevillanos se lleva toda la atención y se configura como el centro de la plaza, rodeada a su vez de tiendas, bares y restaurantes.

Encontramos, a su lado, la Puerta de la Villa, la entrada principal al recinto amurallado. Desde este punto, es interesante dejarse llevar por las calles que se cruzan y entrelazan, apreciando las casas; las torres, como la de Castrillón; y los miradores, como el de la Cobijada.

Lo bello en su ambiente

Algunas de las zonas más emblemáticas y fotografiadas de la localidad se encuentran en las callejuelas de su judería, como la calle a la que el barrio da nombre y el Convento de las Monjas Concepcionistas, actualmente el Museo de las tradiciones y costumbres de Vejer.

Una calle de gran belleza, la calle de Nuestra Señora de la Oliva, recoge la particular Iglesia del Divino Salvador, que está construida encima de los restos de un aljibe de una anterior mezquita. Se comenta que es uno de los mejores miradores de la ciudad, además de una clara muestra del gótico mudéjar y románico.

Las calles de gran pendiente, las puertas abiertas o los ocultos callejones no resultan inquietantes, más bien tienen un atractivo propio muy mágico. Vejer desborda hermosura en sus colores blancos y sus flores, en los escudos de las puertas, en los edificios más simbólicos, en los miradores, en las casas excavadas en la roca, en los patios laberínticos… En definitiva, belleza por cada poro de la piel de Vejer.

Se respira arte

Su suelo empedrado baña todo el territorio de Vejer llegando hasta cada uno de sus extremos. Encima de él multitud de tiendas nos roban la atención con su calidad y aspecto, muchas de las cuales están llenas de arte.

Hallamos conocidas tiendas de cestería, colmados con viandas que se vuelven souvenirs y más talleres de artesanos. Entre todos ellos, está la tienda de Neila Pascual, que representa con acuarelas el entorno, la maternidad, paisajes del océano… Otro artista magnífico es Rafael Sánchez, que trabaja los metales para producir joyas para Alejandro Sanz, merchandising para el Vaticano o cubiertos para estrellas Michelin como Paco Morales. Tanto Pascual como Sánchez, vinieron a Vejer y siguen aquí.

Arte por y para Vejer

En la Fundación Montenmedio Contemporánea también se respira mucho arte. Se trata de un espacio museístico con obras de una variedad de artistas que se ubica en un vergel natural a las afueras de la localidad. Su finalidad es apoyar y fomentar el arte contemporáneo y su vinculación con el entorno, por lo que las instalaciones artísticas se llevan a cabo en el lugar y para el lugar.

Existen instalaciones permanentes, como es el caso del "Second Wind, 2005", de James Turrell, que mezcla elementos de la tierra, el agua y el aire con una pirámide en la que se halla una stupa de piedra abierta al cielo. Estas instalaciones conviven con otras temporales de artistas nacionales e internacionales. Un ejemplo es la obra de Pascale Marthine Tayou, "Plansone Dutty Free", compuesta por objetos de Camerún y Cádiz que plasman los flujos migratorios, el patrimonio universal y las ventajas y desventajas de la coexistencia.

Un espacio rico en singularidad

La localidad recoge distintas leyendas y tradiciones propias, y otras curiosidades que no dejan indiferente a nadie. Quien se adentre entre sus calles observará imágenes y grabados de mujeres con largas faldas y mantos negros tapadas casi al completo. Hablamos de las cobijadas, mujeres que lucen el traje tradicional de Vejer de la Frontera.

Para la sorpresa de muchos, el traje es de origen castellano y se compone de una falda con una tela que cubre la cabeza y el cuerpo, menos el ojo izquierdo. Para conocer más sobre las cobijadas y de otros aspectos del pueblo, Marimantas Vejer lleva a cabo visitas teatralizadas y musicalizadas por Vejer.

En junio, fechas imprescindibles

Si Vejer ya te ha enamorado, te contamos por qué este mes es el mejor para descubrirlo en persona. El día 8 de junio tiene lugar la Noche de velas, un auténtico espectáculo visual porque a la luz de más de 10.000 velas, entregadas por las calles y balcones del casco histórico, se realiza un recorrido que concluye con un concierto de música clásica de cuerda.

El 20 y 22 de junio presenciamos el Festival Internacional de Jazz Vejer. Artistas, como Yamandu Costa, Ethan Iverson y Marta High, acudirán a este festival de jazz, de música y baile, celebrado en la muralla de la Segur y el Teatro San Francisco.

La última fecha destacada es el 23 de junio, la Candela de San Juan. Las peñas de Vejer producen muñecos, los Juanillos, que desfilan y después se elige un ganador y se queman en una hoguera. También se celebra una enorme verbena con la pirotécnia del toro de fuego.