Te pongo en contexto. Hace unos meses me compré un piso, junto a mi pareja. Es un dúplex de segunda mano, pero muy bien cuidado. Los antiguos propietarios lo dejaron vacío, así que nos dejaron un lienzo en blanco para poder decorar nuestro hogar desde cero, siguiendo nuestro estilo decorativo.

Lo primero que hicimos fue elegir la pintura. Al fin y al cabo, el color de las paredes influye mucho en el ambiente y en la apariencia final. En casa de mis padres todas las paredes son de color blanco impoluto, de un blanco casi nuclear al que llaman blanco tráfico (RAL 9016). Seguro que te lo imaginas, porque es el color con el que se pinta la mayoría de paredes, tanto en viviendas como en otros inmuebles. Sin embargo, yo no quería pintar todas las paredes con esa tonalidad de blanco tan intensa. Así que apostamos por el blanco roto (RAL 9010).

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El color blanco roto de las paredes de mi casa

El blanco roto es una variante cálida del blanco convencional. Ha sido nuestra predilección por ser un color suave, ligero y por su potencial para añadir calidez y un toque acogedor a cualquier estancia. Eso sí, al tener notas cálidas como el beige, se ve más apagado que el 'blanco frío'. Es por eso que no pintamos toda la casa en blanco roto, solo la cocina, los dormitorios y el despacho. El salón, el baño y los pasillos han sido pintados en color blanco convencional porque es una tonalidad que consigue iluminar la estancia, razón por la cual, estas estancias se ven más amplias visualmente.

Así se luce el blanco roto en mi dormitorio

Dormitorio Anna Rodríguez

Mi dormitorio tiene las paredes pintadas de blanco roto.

Anna Rodríguez

Este es el dormitorio principal. Como ves, hemos apostado por el blanco roto tanto para dos de las paredes como para el techo. Otra de las paredes ha sido decorada con papel pintado en una tonalidad marrón y en la otra se encuentra el armario, también blanco, hecho a medida. 

La sensación que tengo al entrar al dormitorio es de calma y elegancia. El color de las paredes es capaz de crear un ambiente tranquilo que invita a relajarse. Es una tonalidad que no molesta a la vista y de la que es difícil aburrirse. Además, al ser cálida, con matices en color crema, combina con otros muebles y objetos decorativos en colores vibrantes y llamativos como el verde, el naranja y el azul. En cambio, no casa con las tonalidades frías como el gris.

Ten claro que, dependiendo de la cantidad de luz que entre en la habitación y de las sombras que haya, esta tonalidad de blanco se verá más o menos tostada. Por eso, el color de las paredes del dormitorio no se ve uniforme en la fotografía (en persona se ve mucho mejor, claro). 

La diferencia entre el RAL 9016 y el RAL 9010

paredes de mi casa

La diferencia de color blanco de las paredes de mi casa.

Anna Rodríguez

En esta otra imagen puedes ver un rincón de una de las habitaciones de la parte de arriba y el inicio de una pared del pasillo. La habitación, como te adelantaba, ha sido pintada en color blanco roto, mientras que el pasillo ha sido pintado en blanco tiza, el impoluto. ¿Ves la diferencia? El de la izquierda es cálido y acogedor y el de la derecha es limpio y luminoso. ¿Con cuál te quedas tú?