Nació a mediados de los años 50 pero sigue teniendo un impacto brutal en la actualidad. Por algo será. El estilo Mid-century triunfa todos los meses del año, pero resulta una apuesta especialmente confortable después de las vacaciones.
Finales de agosto, principios de septiembre es esa época en la que toca despedirnos de muchas de las cosas que nos gustan: levantarnos tarde, dilatar las comidas, largos baños en el mar, paseos por la montaña sin mirar el reloj... La vuelta resulta más soportable si nos apoyamos en valores sólidos.
Nacido después de la Segunda Guerra Mundial en los países escandinavos, el estilo Mid-century pronto sedujo a América, colándose en las casas californianas y en las producciones hollywoodienses. Ahora puede ser el mejor sustento para esta vuelta de vacaciones si tienes claro cuáles son sus principales características.
Ante todo, el Mid-century es una mezcla equilibrada de forma y función. El resultado siempre es elegante. Otro de sus rasgos es que huye de lo superfluo para centrarse en lo imprescindible. Y siempre con la geometría como artista invitada. Entra y verás.
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