La luz y los efectos que produce son el leitmotiv de la esperadísima colección de Sabine Marcelis para Ikea. Se llama Varmblixt y está compuesta por 20 piezas que cambian el aspecto de las habitaciones. La diseñadora de Nueva Zelanda y Países Bajos pone su magia al servicio de la marca sueca para crear interiores más cálidos y acogedores.
La colección parte de una lámpara escultural formada por varias tuberías curvadas que puedes mover a tu gusto y sigue con más modelos de iluminaria (como una en forma circular, su favorita), boles de vidrio en forma de donut o alfombras con un interesante degradado. "Creo que no deberíamos meter en casa nada que no nos haga felices o que no despierte una respuesta emocional de algún tipo", asegura.
Marcelis mantiene así su idilio con la luz. La diseñadora manifiesta su fascinación por ella. "Es algo que siempre capta mi atención", dice. "Cuando Ikea me pidió que trabajara en esta línea, pensé que era una oportunidad increíble para tratar de mantener la misma sensación que tengo cuando creo habitualmente pero de forma más accesible para la mayoría de las personas", añade.