El proceso de elección de los colores de una vivienda es mucho más que una cuestión estética. Más allá de darle relevancia a un espacio concreto, el poder del color radica en la influencia que puede ejercer en las emociones, tanto de una forma agradable como todo lo contrario. Y es que, al percibirlos, el organismo reacciona fisiológicamente ante ellos.
Por otro lado, aprender a hacer uso del color puede ayudar a modificar visualmente la forma y el tamaño de los muebles así como el de la estancia, teniendo la capacidad de ampliarla o reducirla. En este sentido, los colores claros suelen dar lugar a habitaciones más grandes y luminosas mientras que los oscuros proporcionan una apariencia más íntima. Descubrir las últimas tendencias decorativas es realmente interesante pero la elección del color debe estar también adaptada a los gustos personales.