Es lo primero que nos recibe al entrar en casa y lo último que vemos al salir. El recibidor representa toda una declaración de intenciones sobre cómo vivimos y puede decirnos mucho sobre un hogar y sus habitantes. Pero, ¿te has planteado alguna vez eliminar esta estancia? Destinar los metros cuadrados del recibidor es una tendencia emergente, que cada vez gana más adeptos por las ventajas que conlleva. Así lo creen la interiorista Eva Mesa del estudio de Tinda's Project, quienes apuntan que sacrificar esta zona de la casa puede contribuir a hacer que nuestra vivienda parezca más amplia.
La decisión de eliminar o mantener el recibidor debe basarse en una evaluación de los metros cuadrados disponibles en la vivienda, así como las preferencias personales de los propietarios. "Cada hogar es único, y hay tantas opciones como proyectos y viviendas", sentencia Mesa. La experta evalúa las ventajas y desventajas que conlleva esta decisión de diseño.
El papel del recibidor
A lo largo de la historia, el recibidor se ha concebido como la estancia de bienvenida y despedida de la casa, un espacio en el que tanto los habitantes de la casa como los invitados dejan abrigos, gorros, zapatos, bolsos, llaves e incluso paraguas antes de adentrarse en la vivienda. Sin embargo, en la actualidad, muchas casas de nueva obra o reformadas, omiten este espacio por considerarlo como poco aprovechado o poco funcional. Con esta decisión, esos metros cuadrados se destinan a otras estancias de la casa que suelen estar más concurridas, como la sala de estar, el comedor o la cocina.
Ventajas y desventajas de eliminar el recibidor
Como explica la interiorista Eva Mesa, sacrificar el recibidor puede ofrecer importantes beneficios: "Al ampliar otras estancias, se puede crear una mayor sensación de espacio, mejorar la iluminación natural y lograr una mayor continuidad en el diseño del hogar". Estas pautas resultan especialmente útiles en el caso de viviendas con espacios reducidos, donde cada metro cuadrado cuenta.
Por otro lado, prescindir del recibidor puede implicar la pérdida de un área destinada al almacenamiento y la organización en la entrada de casa. Eva Mesa subraya que "para quienes valoran un espacio dedicado para dejar abrigos, zapatos y otros artículos personales, el recibidor sigue siendo una estancia clave en la funcionalidad del hogar".
Ideas de cómo mantener (o no) el recibidor
Para quienes optan por mantener el recibidor, Eva Mesa recomienda decantarse por un diseño cerrado con muebles a medida. "El mobiliario debe estar diseñado según el espacio disponible, las necesidades de los habitantes y la decoración del resto de la vivienda. Así se puede aprovechar al máximo este espacio, sin sacrificar estilo ni funcionalidad", explica la experta.
En contraste, para aquellas personas que deciden sacrificar el recibidor, existen alternativas prácticas. Eva Mesa sugiere integrar piezas decorativas y funcionales en otras áreas de la vivienda. "Optar por no tener un recibidor al uso no significa renunciar a la estética. Se pueden incorporar en los primeros espacios de la vivienda elementos como muebles, percheros, espejos o cuadros que den la bienvenida al entrar en casa", comenta la interiorista.